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sábado, 16 de julio de 2016

EL TURISMO QUE VIENE, A EXAMEN

DE LA PROFESIONALIDAD Y LA EXPERIENCIA

Antonio-Pedro Tejera Reyes

En un bien estudiado artículo publicado recientemente en su boletín turístico NUESTRO TURISMO, dice Lluis Mesalles, que la profesionalidad no se improvisa. Nada más cierto ni más real, lo que ocurre es que al igual que la experiencia, en este mundo de la corrupción esos dos valores tienen sus matices y sus varias maneras de saber apreciarlos y - como no - aprovecharlos.

En el sector de la mala política imperante en la mayoría de los casos, la experiencia y la profesionalidad pueden servir incluso como una mala recomendación para obtener un puesto de trabajo, ya que quienes tiene los poderes de decisión en sus manos no les interesa para nada contratar a personajes que sepan más que ellos de las labores que deben realizarse. No es de recibo quienes puedan aportar ideas y proyecto que vayan en contra de las decisiones de estos mismos, o que permitan la discusión de ellas. Personajes extraños, pertrechados de títulos “académicos” y currículos dudosos, tendrán pre-ferencia como ejecutores – e incluso asesores – a la hora de conseguir una función dentro de las empresas, fundamentalmente en las públicas, con las excepciones de aquellas que son modelos y que se han perpetuado a través de los años como ejemplarizantes.

Visita a la prestigiosa escuela de Hotelería GASTROTUR, en Lima, Perú, donde se pone especial interés en la preparación para el desempeño de una capacitación especial en el sector profesional, destacando la honradez, honestidad, laboriosidad y experiencia.

Esta es sencillamente la razón, por la cual el mundo está contaminado seriamente y los países no prosperan ya que estas raíces quiebran todo tipo de proyecto que vaya contra estos espurios intereses enquistados hasta la médula en la inmensa mayoría de los casos.

De sobra está demostrado que sin productividad es imposible la generación de empleo y la prosperidad de un país. Sin técnicos profesionales y con experiencia contrastada, no se pueden generar resultados positivos en ninguna vertiente del desarrollo. Es absolutamente necesario el conocimiento para poder llegar a buenos resultados.

Decía hace muchos años, el hombre que impulsó el turismo en España, D. Manuel Fraga Iribarne, que los países ya no dependían de una lotería, una mina, o una victoria militar… El ejemplo claro y preciso lo tenemos sin ir más lejos en Japón, por mencionar solo uno de ellos. 

No, no se puede improvisar cuando se trata de gestionar todo un conglomerado de seres humanos y su bienestar y porvenir futuro. Creemos que fue el genio de Alfonso Guerra el que dijo que “los experimentos se hacen con gaseosa”. Así es la cosa.
 La capacitación profesional en el turismo, debe de comenzar desde los más elementales puestos de trabajo. La atención personal es una experiencia necesaria para en-tender las acciones que el turista valora como su principal necesidad.

El estudio del desarrollo, de un país, una ciudad, un pueblo, una zona concreta… tiene hoy un legado que ofrece la experiencia que debe ser tratado por profesionales para sacarle el máximo recurso para su población. Ese estudio debe ser centrado en su DAFO, aunque estas siglas le puedan sonar a un idioma extraño a muchos “eruditos” de la política, como un día les sonara aquello de “la cuenta satélite del turismo”.

No es de recibo que, en el sector turístico de un núcleo determinado, se importe el consumo que re-quiere la afluencia turística al lugar sin poner en servicio las industrias y el comercio para producirlo en el mismo. Ahí es donde deben de estar los puestos de trabajo y no en el aumento indiscriminado de la administración pública. El apoyo y la ayuda en la creación de empresas privadas de producción, tiene que estar por encima de la creación de empresas públicas que solo sirven para “enchufar” satélites familiares y amigos, con el fracaso más que demostrado. Claro está que esto no se conseguirá si no tenemos al frente de los poderes constituidos, a auténticos profesionales cargados de experiencia, honestidad y honradez.

Empresas capaces, creadas sobre las bases de la experiencia, la honradez, honestidad y laboriosidad, que vayan contra esos principios basados en la corrupción y en los beneficios personales, son total-mente aniquiladas de manera cruenta, por los sistemas impuestos en el mundo actual por la fuerza del poder constituido, ya sea capitalista o democráticamente social. Da lo mismo.
El volcán Teide, símbolo turístico de Canarias, en la isla de Tenerife, visitado por un selecto grupo de técnicos de turismo hispano-americanos, que cursaron estudios de maestría, en el Centro Internacional de Estudios Turísticos de Canarias, en la Villa de la Orotava. Años 2011-2012. Una empresa modélica, que destacaba en sus programas la laboriosidad y la experiencia, y que fuera lamentablemente, literalmente aniquilada por intereses espurios.

La gestión política por impulsos la estamos soportando – lo decimos con conocimiento de causa – viendo día tras día, en todo el mundo, un auténtico despilfarro de recursos por estar esos poderes constituidos en manos donde falta la profesionalidad y la experiencia necesaria para manejarlos, sin entrar en otra serie de valores humanos también carentes en quienes deberían ser modelos para una sociedad que duda en plantear cualquier proyecto o empresa, por muy importante y digna que sea, si es que van contra los intereses partidistas o particulares de quienes les gobiernan, por muy democráticamente que hayan sido elegidos para ello.
Este es el mundo en que vivimos, no hay otro.


(Del Grupo de expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones Unidas. ONU)  

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