LAS HACIENDAS DE TIGAIGA Y LA IGLESIA MATRIZ DE LA CONCEPCIÓN DE LOS REALEJOS
Esteban Domínguez
Cuatro haciendas que con el paso de los años han perdido, potestad
en el histórico barrio de Tigaiga. Ellas son la de “La Fuente ”, la del “Cuchillo”,
la de “La Coronela ”
y la de “La Era ”.
Bien conservadas están la
del “Cuchillo” porque son dueños la han querido mantener en pié y por ella han
pasado importantes personajes. La de “La
Era ” sin embargo que cuenta con una casona muy llamativa, ya
ha ido perdiendo interés, pero siempre hay quien la recuerde, cuando allí se
vendían los famosos vinos de “La
Suerte ”. Hace algunos días un amigo me lo recordaba,
sobretodo, los buenos escaldones que preparaba, Elena la de “La Era ”, la carne de conejo en
salmorejo, o las costillas con millo y papas nuevas.
La cocina estaba muy negra
debido que a Elena le gustaba cocinar con leña. Son recuerdos que no se olvidan
cuando la cocina canaria, va perdiendo calidad y entusiasmo, pero donde siempre
ha habido, algo queda, y su forma de cocinar, la practican algunos familiares.
Tanto en la fecha de San Vicente, como por las Fiestas de Tigaiga,
Elena, se encargaba de preparar buenos platos, ya que su hermano Vicente, era
el encargado de aquella gran finca que perteneció al General Machado, personaje
este muy querido en Tigaiga y por los tigaigueros, con la muerte tanto de
general, como de don Vicente, la cosa se detuvo. Ahora los herederos de general
solo han querido mantenerla y conservarla. Y todos aquellos interesados, van
hasta ella, previo permiso del encargado en estos momentos. La otra hacienda como era la de “La Fuente ” sólo le queda el nombre.
En cuanto a la de “La
Coronela ” decir que allí vivió don Francisco Machado, y doña
Ana Machado. En esta casona había un oratorio, donde se custodiaba la Imagen de La Virgen del Rosario,
atribuida a Pereira, que sus dueños llevaron a la parroquia de la Concepción , ellos
impulsaron su Cofradía, y además ayudaron a costear el magnífico retablo que el
fuego del incendio devoró el 5 de noviembre de 1,978, siendo esta imagen
milagrosamente rescatada, por un rosarista. Me dicen que fue Antonio Betancourt,
otros dicen que fue Kiko Garrido, que abriendo una puerta que se encontraba
detrás del retablo y entrado por la sacristía sur, pudo salvarla de las llamas,
esta fue la única imagen rescatada de aquel incendio, y una Dolorosa de
Rodríguez de la Oliva
que en ese momento se encontraba en la casa del Padre Siverio quien le estada
realizando algunos retoques.
La lámpara central, de cristal de Bohemia se salvó, porque estaba
en la sacristía, y hay quien afirma que fue regalada por los hermanos y
hermanas del Santísimo de Icod el Alto, pero no hay nada escrito sobre esta
posible donación. Otros objetos de culto fueron rescatados a tiempo, pero se
perdieron valiosas obras de arte, como una Dolorosa de Luján Pérez, o una
Virgen de Candelaria de talla de Montañés,
un San Juan de Estévez, y una preciosa imagen de la Virgen de Afligidos de
Pérez de Andujar y Cantos, entre otras reliquias de gran valor artístico, como la Custodia Franciscana ,
otra pequeña de autor desconocido, etc.
Anteriormente se conocía a la parroquia de La Concepción de Los
Realejos, como la “Catedral del Norte” por su elegancia arquitectónica, y un
día desafortunado como lo fue el ya señalado acabó con este tesoro religioso,
pero la piedad del pueblo no decayó, y su reconstrucción se la debemos al padre
Siverio, quién en una reunión en el teatro Cine Realejos, fue elegido por la
multitud, como presidente, para poner en marcha la recuperación del templo del
que vemos hoy mirando al cielo, como no podía ser de otra manera.
Don José Siverio Pérez aún no ha sido reconocido popularmente como
se merece, y algunos cercanos, le criticaron cuando el Ayuntamiento decidió ponerte
su busto en la que antes de llamó “Plaza de General Franco”, y la conocemos hoy como plaza de la iglesia. Con la donación de nuevas imágenes por los
fieles se va llenando el hermoso templo realejero, muchas de ellas de Ezequiel
de León, sin olvidar el gran trabajo de la techumbre del templo a cargo de los
afamados carpinteros Hernández Siverio.
En fin mucho hay que escribir sobre la perdida de la iglesia y la
reconstrucción de la que ante nuestros ojos, ha llamado la atención de muchos
foráneos y visitantes.
También devoró el fuego la artística Urna, pero los Hermanos
Siverio, lograron construir una de similares características a la que el fuego
se llevo.
A ellos también se les debe
parte del nuevo retablo del Rosario, un trabajo magníficamente logrado, así
como el artesonado que vemos. También es importante recordar que con el
siniestro señalada, se perdió el artesonado de la Papilla Mayor cubierto de pan
de oro, como asimismo el del Rosario.
Algunos calcularon que las perdidas pudieron rondar los 300
millones de las antiguas pesetas.
Y aquel solar, que quedó tras en incendio, algunos pedían que se
construyera en el un poli, o una pista de tenis o un campo de fútbol.
Gracias a la acción de los vecinos se pudieron rescatar, casullas
de gran valor y ornamentos sagrados, ya que estaban el la sacristía norte donde
el fuego no llego.
Hoy en templo reconstruido
mira al cielo, y sus campanas sonaron con mayor gloria aquel 27 de junio,
cuando nuevamente se abrieron al culto.
Acto emotivo y que fue bendecido por el Obispo don Felipe
Fernández.
Sin lugar a dudas, reconstruir este nuevo templo, fue tarea de
todos, y para ello se dispuso de tómbolas en las distintas fiestas de municipio
y ventorrillos benéficos. También se recaudaron fondos por los distintos municipios,
todos unos como una piña, hemos logrado que la “catedral del norte” volviera a
resurgir de las cenizas. Y no cabe duda que el Padre Siverio, se echó sobre sus
hombros, llevar adelante, este proyecto y no perder estas viejas e históricas
paredes, de columnas remordidas por el fuego; por eso aquí pueden servir de
testimonio, estas fotografías, porque vale más una imagen que mil palabras.
Y como es normal en estos casos, entre luces y sombras, la obra se
hizo realidad. Los realejeros deben de estar muy satisfechos por lo que
nuestros ojos ven y el corazón agradece.
Hoy cuenta esta parroquia matriz, con retablos tan importantes
como el de la Capilla Mayor ,
el del Rosario, el del Nazareno, el de Afligidos que está a punto de ser
terminado, el del Calvario, que aún no ha concluido, y últimamente se la
comenzado a construir por los Hermanos Siverio el del Señor de La Cañita. Y así granito a
granito, la Parroquia Matriz
de la Concepción
del Realejo de Abajo, ni es un campo del fútbol, ni una pinta de tenis, en lo
que sus fieles deseaban, un lugar donde dar culto a Dios y a sus evangelios,
gracias a Ilustre realejo Don José Siverio Pérez y a cuantos con el pusieron el
hombre en tan digna tarea.
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