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sábado, 5 de julio de 2014

LA MAYOR CRUZ DE PLATA DEL MUNDO

Javier Lima Estévez

Analizando la figura de Nicolás Estévez Borges, podemos encontrarnos con Leonor Lorenzo, la cual se casó con Pedro de Aguiar el Mozo, siendo uno de sus hijos Salvador Pérez de Aguiar y Guzmán, quien contrajo matrimonio por primera vez con Catalina Pérez y tras enviudar de la misma contrajo segundo matrimonio con Inés de Évora, hija de Gonzalo Báez y de Magdalena de Évora, su legitima mujer, según resulta del testamento en el que Magdalena otorgó sus últimas disposiciones ante el mencionado escribano Pedro Méndez de León, el 18 de mayo de 1620, por las que ordenó se le enterrase en la Capilla de San Gonzalo, donde yacía su padre. Era hermana entera de Ana Borges, casada en San Marcos, en 1604, con Antonio Álvarez Estévez, natural de La Orotava, padres éstos de tres hijos,  Marcos, Nicolás y Gonzalo. El primero siguió la carrera militar mientras que los otros dos optaron por la eclesiástica.

La marcha de Nicolás Estévez Borges a Cuba, se produjo por la llamada efectuada por su tío, al encontrarse el mismo enfermo y sin hijos. Estévez Borges estaba ya en 1644 en Cuba, ayudando en los negocios que su tío tenía en la isla, combinando tal labor con sus progresos en la carrera eclesiástica. En torno a 1647 ya podemos observar referencias del mismo en la actividad eclesiástica.

Siendo Beneficiado de La Habana, practicó, en unión de su hermano el Capitán Marcos Estévez Borges, información de su limpieza de sangre y de la calidad de sus ascendientes, ante el escribano Nicolás García del Castillo, en virtud de petición cursada en 14 de febrero de 1652 al Corregidor de Tenerife don Antonio Girón. Don Nicolás Estévez Borges, bautizado en Icod de los Vinos el 18 de marzo de 1617, pasó a La Habana junto a su tío el Capitán Diego González Borges, Ministro del Santo Oficio (hermano de doña Inés de Évora), que dejó dotada con diez mil pesos fuertes la Capellanía de la Misa de Doce en la parroquial de Icod. Tras haber sido Deán de la Catedral de Cuba, murió preconizado Obispo de La Habana, y por el testamento que, con su poder, otorgó ante Domingo Fernández Salazar el Ilustrísimo Señor don Juan de Santo Matías, Obispo de Cuba, en 1665, dejó sus pontificales y otras esmeraldas y perlas, capa magna y báculo, a la imagen de San Bernardo del convento de las monjas del Císter. También donación suya la magnífica Cruz de Plata, labrada en Puebla de los Ángeles (Méjico), una de las joyas artísticas que enriquecen la parroquia de San Marcos, representando, hoy, la pieza principal del Museo de San Marcos, de Icod.

Nicolás Estévez Borges también donó una capa magna, muceta, así como varias mitras (patriarca San Bernardo y el patriarca San Agustín). Asimismo, podemos observar también como el pontifical blanco, de tela, y el morado, cáliz, salvilla y vinajeras doradas lo destinó para la parroquia de San Marcos, lugar donde había sido bautizado.


En Icod de los Vinos, un Instituto lleva su nombre.

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