Evaristo Fuentes Melián
Me parece que ya hemos hablado de
esto que te voy a decir: de la conveniencia de poner subtítulos a las pelis
españolas-godas para el público Latinoamérica y viceversa, puesto que por su
manera de hablar respectiva, prosodia, y que además hay en el léxico
respectivo, giros, palabras, frases hechas, fonemas que no se entienden mutua y
recíprocamente.
Pues bien: hace dos semanas vino un
equipo de Madrid de LA SEXTA TV a Lanzarote a hacer un reportaje sobre la
corrupción que hay en esa isla: 200 imputados, el mayor número respecto al
número de habitantes, récord posiblemente mundial, al menos en zonas turísticas
del planeta de similares características.
Los reporteros periodistas de Madrid
SEXTA TV fueron buscando por la isla conejera (Lanzarote) los lugares de
más concentración delictiva. Pero de pronto me doy cuenta de que
el peninsular preguntaba y no había subtítulos, pero al contestar el canario o
canaria a sus preguntas, ¡pusieron subtítulos!
De tal manera que
incluso modificaron la respuesta a conveniencia, puesto que al
menos una de las veces, la pregunta era esta más o menos:
"¿Dónde podemos encontrar a
fulanito?"
Y la respuesta del canario o canaria
fue, más o menos esta:
"Mejor es que vayan ustedes a
tal sitio, que allí lo encontraran".
Pero, ¡oh milagro!, en el
subtitulo se leía:
"Mejor es que vayáis a tal sitio
que allí le encontrareis..."
(No es textual pero, más o menos, fue
así. Lo juro. Se puede comprobar).
Nota final:
contaré aquel célebre chiste, que sirve en ambas direcciones,
recíprocamente, desde la España peninsular para Canarias o Hispanoamérica y
viceversa.
Es
el siguiente cuento: como los turistas con su 'rent a car' se meten por
nuestros montes y van a dar con frecuencia a lugares aislados, caseríos
forestales donde habitan escasos campesinos, sitios donde aún no ha
llegado el godo peninsular a estas alturas del siglo XXI...Pues bien: llega una
señorita peninsular, natural de Valladolid para más inri (allí se presume de
hablar mejor que nadie el castellano), y pregunta algo a este campesino
canario de la periferia, que no le entiende nada a la vallisoletana, pues solo
percibe y 'traduce' el silbido seseante del final de sus palabras. Y entonces
el campesino canario, que está acompañado faenando en la huerta,
mira a su compañero de fatigas y le pregunta:
"¿Qué tiene esta señorita en la
boca, para silbar tan perfectamente?"
En conclusión, y dejando
a un lado los chistes malos, yo sí --afirmativo-- que soy partidario de
que pongan subtítulos de la pelis procedentes del cine hispanoamericano,
pues hay frases y conversaciones completas en las que no me entero de nada.
Un abrazo, de Evaristo, ESPECTADOR
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