Salvador García
Llanos
Catharum, la
revista de ciencias y humanidades del Instituto de Estudios Hispánicos de
Canarias (IEHC), cumple diecisiete números, este correspondiente aún a 2018.
Presentada en la tarde-noche de un martes de Carnaval, la publicación inserta
siete interesantísimos trabajos que ponen de relieve los propósitos de los
editores y de su dirección, a cargo de Miguel Machado Bonde: dar a conocer
contenidos que abundan en la investigación de los flujos sociales, ideológicos,
económicos, culturales y artísticos que históricamente han relacionado las
islas con Europa, África y América.
En las noventa
y nueve páginas de esta nueva edición de Catharum, se pueden leer los trabajos
-algunos con valiosas gráficas e ilustraciones- del profesor José Luis
Montesinos Sirera, titulado “Naturaleza, Modernidad y Nueva España”, seguido
del que firman Manuel Poggio Capote y Luis Regueira Benítez, referido al ciclo
de dos centurias (1750-1950) que abarca “La introducción de la imprenta en
Canarias”.
Maca Macarrón
escribe en torno a “Nuevas perspectivas sobre Ciencia y Modernidad. Circulación
y mestizaje del conocimiento en Nueva España”. El papel de la mujer en la
emergente burguesía del siglo XIX, en un ambiente notable efervescencia
cultural, es reflejado por la profesora Carmen Fraga en su trabajo titulado
“Jacobina Bello y Espinosa, pintora del siglo XIX: Retratos de la Familia
Regalado”.
El quinto de
los trabajos insertados en este número de Catharum es obra de Inés Marta Toste
Basse quien aborda el “Sincretismo religioso en el Nican Mopohua y en Nueva
España, en el siglo XVI”.
Le sigue el de un joven investigador e historiador
portuense Santiago Manuel Rodríguez Maldonado, que traza un recorrido
documental sobre el protagonismo histórico de la localidad y su aportación a la
isla de Tenerife, a partir, sobre todo, de haber adquirido su condición de
entidad local diferenciada.
En “La importancia del patrimonio documental: el
caso del Puerto de la Cruz”, Rodríguez Maldonado, señala el año 1772 como la
referencia básica para hablar de documentación propia del municipio y cómo el
“alcalde ilustrado, José Agustín Álvarez Rixo es quien crea en 1828 el archivo
municipal.
Finalmente,
José Pardo-Tomás es el autor de “Tlatelolco, espacio de ciencia mestiza
(1521-1579)”.
Interpreta la experiencia de esta ciudad mejicana de la mano de
los misioneros franciscanos que fue exportada a otros espacios de conversión en
territorio novohispano.
En definitiva,
este nuevo número de Catharum confirma la línea de superación y de
enriquecimiento de contenidos que ya se había trazado en anteriores entregas.
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