Clara Lecuona
Varela
Jim Morrison
murió un mes antes de yo nacer.
Le cantó a una
mujer llamada Clara.
Quiero pensar
lo hacía para mí.
El Papa se
voló la cabeza.
Al final fue
sólo un hombre destrozado.
Colgó los
guantes,
dijo Adiós a
las Armas.
Excepto a la
única que necesitó.
Quiero pensar
estoy junto a él.
para decirle:
Es mentira,
Ernesto.
Es mentira.
Guarda el
arma.
En cualquier caso,
separa muchas balas
no sea toquen
a la puerta.
Silvia Platt
decidió introducir su cabeza en el horno.
El mismo donde
se deleitó
haciendo
confituras de manzana.
El viejo
Tolstoy también nos visita
y sonríe mientras
Edgar se
despide sobre un charco.
Un pequeño
charco de agua
Un día
comprendí que estaba sola.
midiendo hacia
atrás las horas.
Como un
laberinto.
No sé si al
final alcanzaré a ver algo más.
Por el
momento.
Jim Morrison y
yo coleccionamos muertos.
Cierro los
ojos
Él acaricia mi
pelo, lo cubre
con unas
extrañas flores que se me antojan violetas.
y canta: Clara.
Un mes antes
de yo nacer.
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