Evaristo
Fuentes Melián
Partido de la
Champions, del martes 12.3.19, Juve-Atlético Madrid. Gol dado por válido a la
Juve porque “dice” el Var que el portero O Black del Atlético colchonero sacó
la pelota de dentro de la portería.
Pero yo, como
buen españolito ladino, tipo medio, y también canario socarrón y desconfiado,
me puse con mi propia cámara—es decir, con mi propio VAR—y saqué unas fotos del
momento cumbre en que la pelota rebasa (o no) la línea de gol de la portería de
marras. Y, oh milagro, olvidándome de la pelota y sin entrar en más de mis
circunstancias (que diría el filósofo Ortega), observo, con lágrimas en los
ojos y morbosidad en la conciencia, que el larguero de la mentada portería no
está en el plano vertical de la línea de cal del terreno correspondiente.
Entonces, se produce una nueva disquisición (‘ser o no ser’, que diría el poeta
o no recuerdo bien si fue el célebre Chaquespeare). Y me posiciono en el mundo
del filósofo Descartes, pero no por filósofo sino porque hay que descartar una
posibilidad del dilema que expongo a continuación:
A.- La
susodicha portería está ligeramente desplomada, inclinada hacia el interior de
la red.
B.- Es la
cámara del VAR la que está mal colocada, fuera del plano vertical.
De modo que, en el caso B queda la duda de
si el balón entró o no entró, totalmente en el total de su esfera; y en caso A,
si la portería está ligeramente desplomada, fuera de verticalidad--agárrense
queridos lectores-- ¡habría que repetir el partido por una falta muy grave en
el Reglamento del Futbol!, que dice taxativamente, tajantemente, que la
portería ha de estar perfectamente en un plano vertical.
Y en esas estoy desde hace días. Pensando
en reclamar a las Federaciones y demás organismos competentes, un mayor cuidado
en fiarse del VAR tan alegremente, y la revisión de todas las porterías de
todas las competiciones, para comprobar si hay alguna que esté cambada.
He dicho
Espectador
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