Gloria Esther
Valladares Rivera
¡Qué bello es
sentir tu presencia!
¡Madre
Santísima, Virgen María!
Eres la luz,
que irradia
El mayor
resplandor
¡Cada mañana!
Brillando más
que el sol,
Iluminas
nuestro existir
Con tus rayos
de amor.
Al Contemplar
tu rostro
Cada mañana,
¡Mi alma se
eleva hacia el cielo!
Y al ver tus
manos abiertas
Siempre
dispuesta
A acoger
nuestras suplicas,
¡Me das
seguridad!
sigo
contemplando
¡Tu rostro
bello, muy cerquita de Dios!
Mi corazón se
estremece,
Al sentirte.
Sé que
intercedes por todos
Tus hijos que
hoy te aclaman
¡Madre
Bendita!
Nunca te
apartes de nuestro lado
Cobíjanos
siempre con tu manto,
Ayúdanos a
aumentar nuestra fe
¡Cada día!
Nos enseñas la
humildad y obediencia
Al aceptar la
voluntad divina
Y dar a luz a
nuestro Salvador
¡Nuestro Señor
Jesucristo!
Dando la honra
y gloria a
Nuestro Padre
Celestial.
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