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sábado, 11 de noviembre de 2017

TÍTULO DE HIJO PREDILECTO

Juan Calero González

El 22 de noviembre se conmemoran treinta años de habérsele otorgado el título Hijo Predilecto de la ciudad de El Paso a Ismael González González por el Ilustre Ayuntamiento de dicho municipio.
‘El Paso, pueblo mío! Al que me encuentro unido por herencia ancestral de mis antepasados’.

Con una fraseología sensible, delicada, armoniosa, propia del refinado sentimentalismo lírico y de su alto grado de cultura poética hasta imbuir su léxico persuasivo y conmovedor, fue un conversador nato y un poeta inspirado en las bellezas naturales de su tierra, llamando, por ejemplo, ‘espuma  que cae sin cesar’ o ‘cataratas de algodón’ a la brisa pasense.

 En sus poemas nos hace evocar la sublime grandeza de un hombre hecho a la exteriorización de los conceptos, con la más alta sensibilidad de su alma, que volcaba en la armonía de una palabra modulada, precisa, con los atinados acordes de un léxico suelto y fácil, exquisito para deleite y enseñamiento de los que hoy, al cabo de tantos años, nos embargamos en su lectura.

La poesía es la expresión de la belleza ideal por medio de la palabra rítmica o sujeta a determinada forma artística del pensamiento y del sentimiento. El lenguaje propio de la poesía es el verso, para la prosa puede también elevarse a la expresión de la belleza, empleando giros e imágenes del lenguaje. 

Tal fenómeno encontramos abundantemente en los textos periodísticos de González González.

La obra poética de Ismael es incontable e inédita en su mayor parte, dispersa, regalada soneto a soneto, poema a poema a familiares y amigos y otra buena cantidad en papeluchos arrinconados en cajones y gavetas que alguna mano indecorosa desechó a la hoguera, sin llegar a reunirse en algún libro.

No nos cabe la menor duda, que Ismael González González era, ante todo, poeta, pues su prosa estaba, a menudo cargado del florilegio retórico, embriagador, donde la fina ironía y el desenvolvimiento literario, evidencian el temperamento indómito o mejor digamos, rebelde, a la aceptación de un punto de vista evidentemente discutible.

Aunque Ismael fue un cultivador del endecasílabo, que encontramos en muchos de sus poemas rimados, por ser quizás la excelencia de la lírica, lo que en tal medida resulta más cómodo a la expresión de la belleza y armonía subyugante del verso, también se manifestó en las otras partes de la poesía, con una soltura y lucidez de espíritu, hecho a los más asombrosos y delicados temas.

Su trabajo profesional no era más que un pretexto material para llenar el vacío de una actividad humana y disfrute de un profesional y trabajador honesto, vinculado a las particularidades sociales de sus coterráneos, defensor de los derechos de su pueblo, en cuya labor empleó gran parte de su vida, y por último, en lo que pudiéramos llamar la esencia de su vivir como escritor y poeta desde muy temprana edad sin inmiscuirse directamente en cuestiones políticas.

‘Yo vengo de esa casta de hombres esforzados
que, al filo de hacha y punta de azada
iban hendiendo el monte, haciendo descampados,
construyendo caminos entre recios pinares,
en una geografía abrupta, contrastada.’

A lo largo de su vida, fue dejando su obra por diferentes periódicos canarios La Provincia, El Día, Diario de Avisos, Diario de Las Palmas, Espartaco y El Mundo, pero no la vio recogida, aunque sea de manera sintetizada, en el libro que soñó publicar y yace, amarillando, disperso, en hojas sueltas y recortes de prensa, entre viejos anaqueles.

Entre sus colaboraciones periodísticas contemplamos como detalla en profundidad la Conquista de La Palma y la exterminación de sus aborígenes; las grandes joyas arquitectónicas y artísticas del Valle de Aridane, como fue la reconstrucción de la ermita de Las Angustias; la iglesia de Bonanza que data de 1710, única obra de valor artístico hecha por la mano del hombre que posee el pueblo y su propuesta de convertirla en Museo. En otros artículos exalta en abundante bibliografía sobre esa ‘Herida de la Caldera de Taburiente en la Isla de La Palma, /abierta siempre en su entraña telúrica, abismal, inmensa’.

Asimismo, aborda con minucioso interés la que ya se vislumbraba muerte de la industria de la seda del gusano, la primera industria de Canarias, exhortando a los políticos, no sólo del Ayuntamiento de el Paso, sino al Presidente del Cabildo de La Palma su toma de atención a tan lamentable hecho.

Su veta reivindicativa está presente en cada uno de sus escritos en la prensa canaria, podemos mencionar a manera de ejemplo, sobre el acto institucional de colocación de la primera piedra en el último reducto de los indígenas en La Palma y que nunca se llegó a ejecutar; o, tras un desafortunado comentario del narrador, político y folclorista  Elfidio Alonso, sobre el discurso pronunciado por el entonces Presidente del Gobierno de Canarias Jerónimo Saavedra erigiendo  monumentos a los traidores como Tenesor Semidan, en Gáldar y no a los héroes canarios, como Tanausú.

Actualmente se prepara el libro que reúne la mayor parte de su obra poética y periodística, ante el ingente volumen de escritos revisados y transcritos y la gran diversidad de temas que salieron de su quehacer y pasado por su pluma y máquina de escribir.

Sirvan estos párrafos como homenaje a un hombre de letras, patriota de su ‘Pueblo de los almendros florecidos /en copiosa hemorragia de colores,’ en el treinta aniversario de otorgársele el título Hijo Predilecto de El Paso.

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