Esteban Domínguez
Últimamente, algunos comentan que el Santuario del Carmen,
ha sido obra de ellos.
Al parecer, todos pusieron una piedra, otros pidieron las
calles al contratista, y nadie recuerda a son Domingo Luis Estrada el primer
alcalde de la unión que dio la cara, para que Ntra. Sra. del Carmen tenga hoy
este santuario.
las cosas hay que decirlas como son, no inventarse sosas,
cosas injustas, pues da la sensación, que cada una puso una piedra.
Todos los olvidamos
de aquel alcalde que, durante 12 años, dio todo lo que pudo, por hacer de esta
Villa, un pueblo mejor, más digno, más compartido en tiempos nada gratos.
Últimamente, se oyen muchas opiniones, unas justas y otras
muy dispersas que no se adjuntan a la realidad.
De Don Domingo Luis Estrada, tengo muchos recuerdos y
documentos sobre su trabajo realizado en aquellos doce años de mandato como
alcalde de Los Realejos.
Sin embargo, no quiere entrar en polémicas con nadie, pero
que no se olviden algunos intelectuales, del gran valor que realizó, don
Domingo Luis Estrada.
Aprovecho la ocasión, para añadir que fueron muchos los
ratos que estuvimos juntos dialogando su labor como alcalde y que él
amablemente, me contó, y muchas fotografías de las obras realizas.
Algunos se han aprovechado de esas fotografías que me
pidieron, y que aún, no me han devuelto. Pero este que suscribe, no se olvida.
Gracias a este hombre, y unos cuentos más, la Virgen del
Carmen tiene su Santuario, siempre mirando al mar.
La historia no la podemos cambiar, tofos sabemos los muchos
comentarios que últimamente se han dicho sobre quienes dieron la cara, para que
la Virgen del Carmen de Los Realejos, tuviera hoy este Santuario, siempre
mirando al mar.
Algunos nos dicen, que fue el general machado, el que envió
todas las personas que trabajaban con él, para ayudar y recuperar algo, del
incendio del convento de San Adres y Santa Mónica. En fin, sin querer entrar en
polémica, como bien decía don Guillermo Camacho: “no enredemos las cerezas en
la cesta” todo los muchos comentarios que este incendio ocasiono, el 21 de
febrero de 1972.
Y que no se cuelguen “medallas. En otra ocasión seguiremos recordando la vida de este
hombre, un tanto olvidado por algunos.
Muchas gracias y hasta la próxima si Dios quiere. allá” inmerecidas, algunas
personas al parecer, muy intelectuales.
En otra ocasión seguiremos recordando la vida de este
hombre, un tanto olvidado por algunos.
Muchas gracias y hasta la próxima si Dios quiere.
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