Esteban Domínguez
Hace mucho tiempo que notamos como la calle La Alhóndiga,
hasta llegar a Tigaiga, está muy abandonada. Excrementos de perros, pinocha, tierra,
otras cosas de mal gusto que vemos cada día.
Pintadas en las paredes etc. algo que notamos
constantemente, y que ya otras ocasiones, lo hemos comentado.
Barrancos que no se limpian, terrenos que no producen,
viviendas muy mal estado, y así un día sí, y otro también.
Pere parece que el que dice la verdad, lo confunden
nuestras autoridades locales.
Deber ser que nuestros ciudadanos estamos equivocados, de
las malas cosas, que vemos en Los Realejos.
Creo que el mobiliario público, hay que cuidarlo como no
podía ser de otra manera.
La carretera entre la Calle Las Tenerías, y La Unión, en
forma de “S” es una trampa, donde en cualquier momento puede ocurrir un
accidente, y esto a toda costa, hay que evitarlo, para que no sucedan
accidentes, dado que, hasta las guaguas, se suben a la acera, para evitar, accidentes.
No cabe duda que en Los Realejos aún quedan mucha cosa por
hacer, lo que pasa es que nuestras autoridades se olvidan de sus obligaciones.
¿Qué ha pasado recientemente en Rambla de Castro? Pues
hasta los ecologistas se han olvidado de este paraje natural, que tanta
admiración causó en años nada lejanos.
También las laderas de Tigaiga y barrancos, necesitan una
limpieza, ha pondo, dado la mucha maleza que notamos en ellos.
“Querer es hacer” y si se lo proponen nuestras autoridades,
lo consiguen.
también debe de ser un lugar de interés municipal. La
“Hacienda de Los Príncipes” si nuestras autoridades locales y el Cabildo se lo
proponen y llegan a un acuerdo con sus dueños. Y restauras el viejo molino de
agua.
En este lugar vivió por espacio de 9 meses el Adelantado
Fernández de Lugo tras la conquista de la Isla de Tenerife.
Un rincón que debe
de servir como Centro de Atención Turística, en la cual se pueden plantar
especies de placas y servir de nuestra, para yodos aquellos que quieran revivir
sus oficios. Pintura, barro, artesanía, calados carpinteros y otros oficios que
están a punto de desaparecer.
Don Manuel Domínguez, aún le queda mucho camino que
recorrer, y, por lo tanto, debe Vd., y su gobierno, cuidar el entorno del
Realejo de Abajo, este casco histórico que está muy abandonado.
Hasta la próxima si Dios quiere.
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