Esteban Domínguez
Algunos se olvidaron de colocar una lápida en la Ermita de
Tigaiga, cundo –dicen- que cumplía 400 años de historia.
Ahora quieren
rectificar dado que, con las prisas de los organizadores, se olvidaron de que
nuestro Obispo Bernardo Álvarez derramara sobre la misma Agua Vendita para
conmemorar dicho acontecimiento.
Ósea, que el padrino no estaba enterado de lo importante
que era dejar constancia de dicho acto, si es verdad, que dicha ermita cumplía
400 años.
Este que suscribe tiene sus dudas, y qué no sea este
servidor, el equivocado.
Con la historia no hay que jugar, y esta ermita era
propiedad de doña Marciana de Grimón.
Anteriormente esta plaza se llamó, “plazoleta de la
ermita”, y con el paso de los años le cambiaron el nombre, por “Plaza de la
Hispanidad”. En la foto que adjunto vemos dos placas. Después de que fue
restaurada, ambas desaparecieron, sin saber los motivos.
Las quejas dieron lugar a que esta placa, la colocaron en
un lugar nada visible, como podemos ver.
Pero aquí no acaba todo, así algunos se quitaron el peso de
encima.
Cuando se trasladó el Santísimo a Tigaiga, el Dia 27 de
enero de 1974, el alcalde de aquel entonces dijo, que dicho acto era merecedor
de dejar mediante una placa dicho de la ermita, tan amonito acto. Pasaron los
años y dicha placa, nunca se colocó.
Ahora después de celebrar algo tan importante como los 400
años de su existencia, algunos se han dado cuenta, que cometieron el “fallo” de
dejar para la historia, escrito sobre mármol, tan acontecimiento.
Ahora que comenta que el domingo día 5 de octubre, se
colocara dicha placa conmemorativa, y otros actos en los cuales no quiero
entrar.
No olvidemos que de dicha ermita hay mucho que hablar, y
nadie recuerda cuando esta histórica ermita estaba completamente abandonada, y
llovía tanto dentro de la ermita, como en la plaza, entre otras muchas cosas
que debemos recordar.
¿Quién abrió la ermita de Tigaiga al culto y porque motivo?
¿Lo recuerda alguien? ¿Se ha reconocido a tal sacerdote públicamente, su nombre
es Don Guillermo Navarro González, salesiano que estuvo munchos años en el
Colegio San Isidro de los salesianos, de La Orotava?
Es este señor que sobre pasa los 90 años. Aún sigue dando
clase en Las Palmas de Gran Canaria, cuya amistad con este que suscribe, mucho
me une. -modestia ha parte-. Ese sacerdote sí que se merece un claro y profundo
agradecimiento y no tenerlo en el olvido.
Y a don Juan Manuel Batista, agradecerle todo lo que pudo
por ver restaurada la histórica ermita de Tigaiga, a pesar de las controversias
de algunos.
Que no se miren algunos el “ombligo”. Seamos modestos y
conscientes de nuestras responsabilidades, y miremos con armonía al futuro.
Levantemos la cabeza, meremos al frente, y no seamos “egoístas”.
La humildad debe ser nuestra mejor conducta, y no olviden que,
en otros tiempos nada lejanos, el barro, se amasaba con las manos. Gracias y
hasta, la próxima ocasión.
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