Rosa Dalila Breton Escoto
¡Gracias Señor Por Este Nuevo Día!
En otras oportunidades he tocado el tema de la escritura
y su importancia, lo que me motiva una nueva vez a enfocar otros puntos
relacionados con dicho tema, porque el mismo es tan amplio e interesante, que
vale la pena continuar profundizando, buscando nuevos datos y compartirlos con
ustedes.
El escribir nos aporta múltiples beneficios, de los
cuales nombro solo algunos: ejercita nuestro cerebro, despierta la creatividad
como un medio de diversión y evasión, nos ayuda en la introspección (o análisis
de uno mismo), percibimos de manera positiva lo que rodea nuestro entorno con
relación a los aromas, los sonidos, las formas, entre otros. Activa las
relaciones con otras personas y con nosotros mismos, nos sirve de autoayuda en
los desvelos nocturnos.
Mediante estudios se han definido técnicas para la escritura,
entre ellas tenemos: la Escritura Libre, donde la persona escribe libremente
sin tomar en cuenta reglas establecidas de ortografía o gramática, y solo
recolecta ideas o pensamientos sobre un tema en preparación, que luego corrige.
La Escritura Práctica, donde se toma en cuenta los pensamientos, pero se logra
un estilo más pulido, la Automática, en la cual el escritor deja fluir sus
pensamientos sin ninguna coerción moral o social; esta fue utilizada por los
escritores y poetas surrealistas (surgidos en Francia después de la primera
Guerra Mundial).
En su parte histórica, se descubre la representación del
lenguaje por medio de imágenes, probablemente por la necesidad de representar
operaciones numéricas, como una forma primitiva de contabilidad. En el 1794 el
capitán francés Pierre Francois Bouchard, descubre la llamada “Piedra de
Rosetta, una piedra de granodiorita (roca plutónica compuesta de cuarzo), de
color gris rosáceo. Hecho ocurrido en la ciudad egipcia de Rosetta (Rashid). Su
importancia es debido a que estaba inscrita en tres escrituras: Jeroglíficos,
Escritura Demótica (sistema cursivo de abreviaturas y difícil lectura), y
Griego Antiguo.”
Los historiadores pudieron descifrar el lenguaje de estos
jeroglíficos con textos que contenían casi la misma información. La Rosetta
sigue siendo clave para entender y comprender la cultura egipcia y su
civilización. Jean-Francois Champollion, fue el responsable de descifrar las
inscripciones de la roca; de ahí surgió la “disciplina” llamada “egiptología”.
Esta se exibe actualmente en el Museo Británico de Londres, y fue reclamada por
Egipto en el año 2003.
Según los investigadores, los avances tecnológicos han
facilitado el orden y la rapidez para la realización de este oficio, ya que los
mismos permiten solucionar el problema de almacenamiento de documentos, y con
la facilidad disponible para ubicar información de nuestro interés de forma
clara y precisa, pero que debemos verificar con el mayor cuidado posible.
Deseo un resto de fin de semana de Amor, Paz, Reflexión y
Armonía, a los seres que amo, los que se relacionan conmigo y a los que no
conozco.
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