Evaristo Fuentes Melián
Hoy, lunes 25 de noviembre de 2019, se cumplen cincuenta y un años del temporal
de lluvia con aparato eléctrico y de agua del mar, que asoló una parte del
Norte de Tenerife, el 25 de noviembre de 1968. También fue lunes. No ha habido
otro suceso de tanta intensidad, después de aquél, en esta zona del Puerto de
la Cruz. Recordemos algunos detalles:
.- El campo de futbol de El Peñón se llenó de piedras
grandes procedentes, por la fuerza del aluvión, del parque marítimo anexo,
eternamente inacabado...
.- La calle de Santo Domingo, en el tramo desde el actual
Ayuntamiento (que en 1968 todavía no estaba donde se ubica hoy) hasta el muelle
quedó toda la calle, a lo ancho y largo, llena de pedruscos de gran tamaño que
fueron arrastrados por la fuerza de las aguas desbocadas.
.- Las olas gigantes sobrepasaron la entonces recién
estrenada Avenida de Colón, y llegaron hasta el vestíbulo del Hotel Valle Mar,
entre otras edificaciones.
.- La playa de Martiánez, ya de por sí alborotada, se vio
inundada en toda la superficie hasta
cerca del último risco de dicha playa, que nosotros llamamos Risco de La
Restinga. Toda esa enorme superficie, se llenó de grandes bolos, piedras y
callaos, procedentes del barranco de Martiánez, que luego fue objeto de una
obra de encauzamiento y refuerzo lateral.
.- En la barriada
que linda con el barranco de San Felipe, al oeste de la ciudad, la escorrentía arrancó de cuajo la
cimentación de una esquina de un bloque de viviendas colectivas, y dejó la cartelera de cine colgando en el vacío.
¡Merecedora de una foto de premio!
Espectador
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