Lorenzo
de Ara
Asegura
Arcadi Espada que si el psoe y el PP están en decadencia es porque han
obedecido cuando el monstruo nacionalista ha exigido engordar el negociete. Los
resultados. La mamandurria. Se le puede llamar decadencia. Pero también se le
puede llamar ruina. Y lo triste, lo penoso, lo que en definitiva toca los
cojones, es que deben ser esas dos formaciones, y quizás también el Cs sin
Rivera (¡por fin!) en el papel de comparsa, las que tengan que garantizar la
gobernanza de una patria con más de 500 años de historia y en manos de
descerebrados que van a lo suyo, mientras lo otro, o sea, nosotros, les importa
una higa.
Tras
las elecciones caprichosas de Sánchez, perdiendo casi 800.000 votos y tres
diputados, esos ciento noventa y siete centímetros de calamidad tendrán de
nuevo la fortuna de seguir acostándose en el colchón monclovita. En esta
oportunidad, a poco que sepa mentirle a Casado (con pies de barro todavía),
garantizará su estancia en el palacete al menos durante algo más de 2 años y
medio.
Lo
llamarán gran pacto nacional. Bunkerizar la democracia ante el peligro de los
separatistas. La unión del bipartidismo imperfecto para blindar el Congreso y
poder así afrontar las inevitables reformas que necesita cometer España para no
quedar hecha una piltrafa.
Pase
lo del gran pacto, ¿pero con Sánchez? Pues sí, con él, porque en el partido de
la rosa marchita no existe una persona capaz de toserle a la cara al replicante
de Ferraz.
Todo
sea por salvar a España de Sánchez.
Porque
de eso se trata y no de otra cosa, sapientísimo lector.
Olviden
ustedes al PNV, Bildu, ERC, Juntos por Cataluña, CUP, el partido de Revilla,
los de Teruel.
Olviden
a Coalición Canaria con Oramas y Quevedo representando a la isla de San
Borondón.
Aquí
la cosa va de matar (políticamente) a Sánchez. Y la única manera de acabar con
él es que el PP pacte y consiga afianzar la gran alianza.
Abascal
no es el malo. VOX no mata mujeres, no come niños, no pretende romper España.
Es un partido como mínimo igual de democrático y constitucional que el PP. El
psoe no le da una sola lección de patriotismo al partido que ha recibido el
apoyo de casi 4 millones de españoles. ¿Todos fachas? ¿Todos franquistas? Ni
hablar.
Pero
VOX parte esta nueva carrera con una lección muy bien aprendida.
No
cometerá los mismos errores de los naranjitos llorones (porque a la política se
bien llorado).
VOX
está para quedarse.
Y
a los gacetilleros locales y presentadores de informativos de teles ya cerradas
porque eran malas y no servían para nada, que aprendan a apreciar el silencio.
¿El
silencio de los corderos? No. El silencio del retiro. La placidez del otoñal
adiós. ¡Dejen de hacer el ridículo, coño!
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