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martes, 8 de abril de 2014

MARESÍA CONSIDERA ABUSIVAS LAS CONDICIONES DE EJECUCIÓN DE LAS OBRAS DE SAN TELMO

La Plataforma Maresía considera que las obras que se están llevando a cabo en el Paseo de San Telmo, por parte del Cabildo y el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz,  no justifican el excesivo vallado y la prohibición de uso de la zona de baño. Así mismo quiere aclarar que el ritmo de los trabajos y sus evidentes afecciones a usuarios, comercios y trabajadores es responsabilidad exclusiva de las administraciones implicadas. Desde el principio, estas han hecho gala de su intención de no mitigar las molestias que causa la ejecución de  este costoso e innecesario proyecto, al conjunto de la ciudadanía. Muchos usuarios de la playa comienzan a ver con temor que la prohibición de uso de la zona de baño se prolongue durante el verano y aun más allá.

Los comerciantes empiezan a percibir igualmente, el impacto de estas obras sobre sus negocios, sin que se hayan previsto medidas compensatorias. También las personas con movilidad reducida  y los padres y personas a cargo de niños que se transportan en cochitos, encuentran un sinfín de inconvenientes, sin que la empresa adjudicataria tenga a bien colocar un simple cartel avisando de los obstáculos. Si bien es necesario admitir que no hay obra que esté libre de causar algún problema, la del Paseo de San Telmo parece generarlos todos, como si esa fuera la intención de Cabildo y Ayuntamiento.


La Plataforma Maresía, a la espera de que sean los tribunales los que decidan el futuro de este emblemático entorno, considera que se pueden tomar medidas provisionales que repercutan en el bienestar de la ciudadanía, como son facilitar el acceso a la zona de baño (sobre todo en días festivos, Semana Santa y en el verano), reducir el vallado a lo estrictamente necesario y mejorar la accesibilidad del Paseo en general, cuestiones que, de paso, repercutirían favorablemente en la actividad comercial. El estado actual de cosas demuestra, una vez más, la actitud totalitaria y poco dialogante de Carlos Alonso y Marcos Brito anteponiendo, una vez más oscuros intereses, al bienestar ciudadano.

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