Evaristo Fuentes Melián
EE.UU., Europa, Internacional, Política Catalana,
Política Española Añada comentarios.
Artículo publicado por Vicenç Navarro en la
columna "Dominio Público" en el diario PÚBLICO, 24 de abril de 2014
Este artículo critica la cobertura sesgada e
insuficiente de lo que está ocurriendo en Ucrania por parte de los principales
medios de información y persuasión en España.
Estoy preocupado y francamente indignado con la
cobertura mediática de la situación en Ucrania por parte de los mayores medios
de comunicación españoles (incluyendo catalanes), que está alcanzando niveles
dignos del Tea Party de EEUU. Sé que es una acusación fuerte, pero me baso en
el siguiente hecho. Cada mañana, cuando me levanto, leo algunos de los mayores
rotativos de EEUU y de Europa, y luego leo la prensa española. Además de ello,
tengo amigos en Alemania y en el este de Europa que publican en sus blogs lo
que está ocurriendo en aquellos países. Y creo que es muy preocupante el enorme
sesgo que aparece tanto en la prensa más importante basada en Madrid como en la
basada en Barcelona, en las que se está demonizando al Presidente Putin como el
responsable de lo que ocurre en Ucrania, atribuyéndole unas ansias
expansionistas y un intervencionismo en aquel país que es la causa de la gran
crisis que podría abocar a una guerra entre los países de la OTAN y Rusia para
parar este expansionismo, liderada por el primero para parar las ansias
imperialistas del segundo. Una campaña idéntica aparece en la televisión. Por
ejemplo, el otro día en TV3 el "economista de la casa" explicó las
consecuencias económicas que creará en Europa el imperialismo del Sr. Putin.
En EEUU, los portavoces de la Guerra Fría, con la
hipocresía que los caracteriza, y presentándose una vez más como defensores de
la libertad, están intentando por todos los medios reavivar un complejo
militar-industrial (contra el cual el Presidente Eisenhower alertó) que estaba
de capa caída con la retirada de las tropas estadounidenses en Afganistán. El
senador republicano John McCain, máximo exponente de este complejo, y defensor
de las intervenciones en Kosovo e Irak (las dos claramente violaciones del
derecho internacional), ha exigido al Presidente Obama que ponga bases de
misiles orientados hacia Rusia en Polonia y en la República Checa. Hoy hay un
intento claro de crear, de nuevo, una histeria (y no hay otra manera de
decirlo) colectiva, demonizando al Presidente Putin, al cual el
"economista de la casa" de TV3 equiparó nada menos que con Hitler.
Ya indiqué en otro artículo que creo haber sido
uno de los intelectuales que ha criticado más a la Unión Soviética, habiendo
sido declarada persona non grata por el gobierno Breznev. Y también he escrito
muy críticamente sobre lo que está ocurriendo en Rusia, que dista mucho de ser
una sociedad democrática. Ahora bien, tiene que también denunciarse la enorme
manipulación que está ocurriendo para justificar unas políticas que son, además
de erróneas, profundamente peligrosas, y que nos pueden llevar a un auténtico
desastre.
En esta demonización de Putin y el gobierno ruso
se ignoran y ocultan hechos básicos (ver "Lo que no se está diciendo sobre
Ucrania", parte I y parte II, en Público), tales como que fueron EEUU y la
UE los que estimularon el golpe contra un gobierno que había sido democráticamente
elegido, siendo sustituido por un gobierno en el que los nazis (los herederos
de aquellos que habían invadido la Unión Soviética durante la II Guerra
Mundial) eran un fuerza dominante, eliminando el carácter oficial del idioma
ruso en aquellas partes de Ucrania donde tenía carácter de oficial, iniciándose
una persecución violenta de los ucranianos de cultura e idioma ruso, todo ello
enmarcado en una hostilidad clara hacia Rusia. Todo esto no lo inició el
gobierno ruso.
Y, para mayor ofensa a las autoridades rusas,
estos hechos culminaban toda una serie de acciones tomadas por EEUU y por la UE
para continuar la expansión de la OTAN (máximo organismo militar fruto de la
Guerra Fría) hacia el Este, expansión que ha tenido como objetivo rodear a
Rusia de bases militares y de misiles en contra suya. Como bien han señalado el
unificador de Alemania, el cristianodemócrata Sr. Helmut Kohl, así como también
el canciller socialdemócrata Helmut Schmidt, Rusia ha sido puesta en una situación
insostenible, a la defensiva y acorralada. Rusia no podía tolerar que Ucrania
se convirtiera ahora en otra base militar de la OTAN, de la misma manera que el
gobierno Kennedy en EEUU no podía tolerar una base militar soviética en Cuba.
En realidad, la hostilidad y expansionismo de la OTAN hacia el Este eran
claramente provocadores. No ha sido Rusia la que se estaba expandiendo hacia el
Oeste. Han sido EEUU y la UE los que se han estado expandiendo hacia el Este.
Era totalmente predecible y lógico que Rusia apoyara el alzamiento de la
población de Crimea, la mayoría rusófona, cuando mediante el referéndum se
separó de Ucrania y pidió su anexión a Rusia.
Fue el ministro de Asuntos Exteriores ruso el que
propuso la reunión de Ucrania, EEUU, la UE y Rusia, que alcanzaron un primer
acuerdo sobre Ucrania. De nuevo, los medios españoles han informado de forma
muy insuficiente sobre dicho acuerdo. La propuesta rusa recogía el
establecimiento de una nueva Constitución ucraniana, de carácter federal, que
respetaría la autonomía de las distintas regiones de Ucrania, y muy en especial
de aquellas en las que la mayoría de la población sea rusófona. Dicha
constitución restablecería el ruso como el segundo idioma oficial de toda
Ucrania, y definiría el Estado de Ucrania como neutral, sin que perteneciera a
ningún bloque militar. Y el gobierno ucraniano expulsaría a los nazis de su
gobierno. Por parte rusa, el gobierno ruso reconocería al nuevo gobierno
ucraniano, proveería de nuevo gas a precio reducido a Ucrania, reactivando las
relaciones económicas con aquel país, desmovilizando a su vez sus tropas en las
fronteras con Ucrania, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores incluso abrió
la posibilidad de que la nueva Crimea tuviera una relación especial con el
Estado de Ucrania. Gran parte de estas propuestas fueron aceptadas en el
acuerdo, que es un buen acuerdo, alcanzado en Ginebra entre Ucrania, EEUU, UE y
Rusia.
Como era de esperar, los favorecedores de la
Guerra Fría (que son muchos) ya han protestado que Occidente ha cedido a favor
de Rusia y que el tema central, el
supuesto expansionismo del Presidente Putin, no se ha tocado. Y ahora se está
ya indicando que Rusia no ha respetado los acuerdos, cuando los que fueron
asesinados recientemente, después del acuerdo, fueron los ucranianos de habla
rusa, es decir, los aliados de Rusia.
Pero mientras tanto el lector español ha estado
sujeto a una avalancha ideológica en la que detalles como los que he indicado,
tanto en los artículos anteriores como en este, apenas se conocen en España. Es
un indicador más de que los mayores medios de información españoles tienen más
la misión de persuadir que de informar. La ausencia de auténtica pluralidad en
estos medios (que se está reduciendo todavía más) es uno de los mayores problemas
que tiene la democracia española, y de ello, como es lógico y predecible, ni
siquiera se habla en los medios.
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