Rosa
Dalila Bretón Escoto
¡Gracias
Señor, Por Este Nuevo Día!
Durante muchos años el cuadro con la figura
de la niña sacándose una espina del pie, fue parte de la decoración de muchos
hogares en nuestro país República Dominicana, y es posible que en pleno siglo
veintiuno puedan aparecer lugares dónde la sigan utilizando como parte de su
mobiliario.
Su nombre original es “La Niña Niguenta”.
Según el historiador Dionisio Cabal, esta figura llegó a Costa Rica y se
extendió hasta Honduras, a finales del siglo XIX, probablemente desde Europa.
También fue estudiada por la arqueóloga Ana Yensy Herrera en su obra: “Aquellas Estatuillas Que
Nos Acompañan de Mujeres, Vírgenes y Niguentas”. El origen de la Niguenta podría estar relacionado con la
representación de Mujeres Chamanes (mujeres antiguas, condicionadas por la
naturaleza y la espiritualidad), en la
Sociedad Precolombina, como lo expresa
en su obra.
La figura de la Niguenta representa una niña
sacándose las niguas o pulgas de un pie. Se le atribuyen poderes para atraer la
suerte, el bienestar familiar si se le atan cintas amarillas y blancas,
proteger los hogares si las cintas son rojas, y suerte en la lotería si se le
coloca un billete de lotería doblado, y otros atributos relacionados.
Como se ha hecho con otros amuletos, los que
creen en sus poderes, expresan que para que dichos poderes funcionen con la
figura, esta debe ser recibida como regalo de parte de una persona muy
apreciada. La imagen de esta niña sigue decorando los hogares de muchas
personas en los países de Honduras y Costa Rica, dónde es venerada como si
fuera una virgen, y una figura de yeso de La Niña Niguenta cuesta casi el doble
que el de la Virgen de los Ángeles, patrona del pueblo Tico.
En la próxima semana, compartiré el siguiente
artículo: “El Niño de la Espina o Spinario”, al que se relaciona con esta
leyenda. Deseo una hermosa Navidad y Nacimiento de Nuestro Señor, llenos de
Paz, Amor y Reflexión, a todos los seres que amo, los que se relacionan conmigo
y a los que no conozco.
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