Isidoro Sánchez García
Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con un
acto cultural como el celebrado el martes 23 de enero en el Paraninfo de la
Universidad de la Laguna. El Rector Magnífico, don Antonio Martinón, nos había
invitado al acto de entrega de la Medalla de Oro al profesor de Prehistoria,
don Antonio Tejera, y al grupo de Los Sabandeños. Acudí en compañía de mi hija,
profesora de Derecho en la citada Universidad, con la que compartí a finales
del año 2017 un debate con el amigo profesor Sami Nair, mitad argelino y mitad
francés, compañero en el Parlamento Europeo en la transición del milenio.
En la sala del Paraninfo me encontré con viejos
amigos y conocidos del mundo universitario, de la política y de la conservación
de la naturaleza. Profesores como Wolfredo Wildpret, Antonio Machado, Aurelio
Carnero, Emilio Sanz, Humberto Hernández, José Manuel de Pablo y Plácido Bazo;
periodistas como Juan Cruz Ruiz, José Manuel Pardellas y Leopoldo Fernández;
profesionales de la arqueología que habían sido compañeros y alumnos de Antonio
Tejera; el alcalde de San Cristóbal de La Laguna, de donde había sido edil el
sabandeño Elfidio Alonso, la alcaldesa de Arico, villa natal del profesor
Tejera en cuyos barrancos aprendió la historia de los guanche, el ex presidente
Fernando Fernández y los exconsejeros Rafael Díaz y Víctor Díaz, del gobierno
de Canarias, consejeros del Cabildo insular y responsables del Patrimonio
Cultural, Miguel Angel Clavijo y Aranzazu Gutiérrez, además de antiguos alumnos
de la ULL, en la que participé en el curso 1958-59, con residencia en el
Colegio Mayor San Fernando, cuando el selectivo de ciencias, antes de viajar a
Madrid para estudiar ingeniería de montes.
Antonio Tejera, Antonio Martinón y Elfidio Alonso.
Foto / Eldiario.es
Antonio Tejera, Antonio Martinón y Elfidio Alonso.
Foto / Eldiario.es
A lo largo de dos horas disfruté como un enano
ante la majestuosidad física de Tejera y Elfidio y de sus curriculum
profesionales y ante la actuación musical del dúo Fabiola Socas y José Manuel
Ramos, quienes nos deleitaron con una folía y algo más, como le gustaba decir
al recordado Dacio Ferrera. Además de los discursos de rigor de los premiados,
de los laudatios leídos por los profesores universitarios relacionados con las
propuestas académicas, y del magnífico rector, Antonio Martinón, me llamó la
atención las referencias que hicieron Antonio Tejera y Elfidio Alonso de sus
maestros. Tejera, de don Jacinto en la escuela del Barranco del Río ariquero, y
de Emilio Lledó en la ULL; Elfidio, de los Ferrera, entre otros músicos.
Curiosamente conozco a un matrimonio lagunero del que soy amigo, Luisa y
Armando, hijos de don Jacinto ella, y de los Ferrera, él. En verdad que todos
los asistentes salimos entusiasmados ante la riqueza espiritual del acto, un
auténtico y verdadero reconocimiento de oro por parte de la histórica
Universidad de San Fernando de La Laguna hacia la cultura canaria. A un
profesor universitario, Antonio Tejera, que nos enseñó a conocer más y mejor a
nuestros aborígenes, y a un grupo lagunero de músicos que han proyectado
durante muchas décadas, al mundo canario, europeo y americano la identidad del
muticulturalismo de las Islas Canarias. Me acordé del regalo que nos hizo
Elfidio en el Puerto de la Cruz, del disco “Canario, Lucha”, en 1977, y de la noche de San Ginés, en Arrecife, con
Los Sabandeños y Los Campesinos, en agosto de 2009.
Antonio Tejera (i), Elfidio Alonso en
representación de Los Sabandeños y Antonio Martinón (d). Foto/ Isidoro Sánchez
G.
Antonio Tejera (i), Elfidio Alonso en
representación de Los Sabandeños y Antonio Martinón (d). Foto/ Isidoro Sánchez
G.
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