Lorenzo Soriano
Aunque no se lo crean lo peor de lo que ocurre en esta Patria
nuestra, no es la crisis ni el paro ni la ruina parcial y en casos total, ni el
miedo a invertir, la desconfianza en el regulador, la indefensión Jurídica ,ni
la fiscal, sobre todo la fiscal, los
abusivos impuestos, la abrasiva normativa, las tasas sin cuento, los disparatados
costos políticos, la compra de votos, la cesión de soberanía, el callejón sin
salida en el que nos ha metido este Gobierno, las voraces autonomías, las
locuras Nacionalistas, el descenso del Turismo de calidad y de su capacidad de
gasto, el cierre de empresas, la destrucción del tejido comercial y el
agotamiento de los recursos por el exceso de depredadores de presupuesto de gastos corrientes, de
dietas, visas, coches oficiales, consejeros, familiares , empresarios
enchufados, entidades financieras vinculadas a los políticos como con los
jueces ocurre, la corrupción y la impunidad.
Si les parece que el absoluto desastre desgranado es más que suficiente, yerran.
Hay algo muchísimo
peor. Y es peor porque si se diera el hipotético caso de que saliéramos de este
abismo, o fosa abisal económica, de puro churro, casualidad o conjunciones
intergalácticas varias e intervenciones divinas incluidas a las que el hasta el
Rey acude, ya que con gestión adecuada
no se hará, lo que nos esperaría a la salida del infinito túnel negro sería una
población sin Valores para administrar ninguna recuperación ni prosperidad.
Cierto y verdad es que siempre se produce un revulsivo en las
generaciones. En política, en medio
ambiente, en el consumo de tabaco, alcohol o drogas, las generaciones
siguientes suelen por rebeldía cambiar de enfoque y actitud con respecto a las
anteriores. Sin embargo, si los dejamos endeudados hasta las cejas, con un
sistema podrido desde la base, y con un Estado débil y sin posibilidad de
funcionar, asfixiado por miríadas de funcionarios y políticos, la mayoría
improductivos, seremos recordados como la
generación que ARRUINO ESPAÑA. Nuestros padres y abuelos nos dejaron una
herencia que algunos mamarrachos locos por revancha y subvención han, no solo
dilapidado, sino que la han imposibilitado de funcionar.
Quiero romper entonces una lanza por las excepciones, escasas,
pero bien ciertas de los jóvenes con Valores y los que se les sumarán por
empatía y rechazo de esta golfería descerebrada que se ha hecho con el Poder
absoluto, en general.
Sin embargo hoy, son legión e impera el espíritu del “pelotazo”, de la
“ley del mínimo esfuerzo”, tirando a ninguno, y está mal visto el sacrificio,
la lealtad, la fraternidad y el trabajo en equipo, limpio y desinteresado, sin
tener en cuenta el resultado que pueda proporcionar al ejecutante en dignidad,
justicia, equidad y equilibrio.
Sin esto, créanme, ya podemos salir de crisis, de una manera real, o
Avatar, no servirá para nada. Como no empecemos inculcando Valores a nuestra
juventud que tomará el inevitable relevo, en vez de confundirlos con tendencias
políticas y con restos de un pasado a olvidar, todo será inútil. Hoy en España
prima el todo vale, ni la familia, ni el bienestar merecido y ganado con
esfuerzo a cualquier nivel, importan nada. Ser rico es el fin, hacerse rico,
con el esfuerzo de años y la seriedad,
limpiamente, es de carcas e ignorantes, y para ello, se conculcan leyes , se
cambian criterios y se modifican interpretaciones lejos del espíritu en que
fueron concebidas. Debemos interrumpir esta deriva y empezar a regenerar cuanto
antes, sin demora y sin pausa.
A reflexionar.
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