Antonio-Pedro Tejera Reyes
“Tengamos fe en que la razón es poderosa; y con esa fe,
avancemos hasta el fin, haciendo la parte que nos toca, siguiendo siempre la
verdad.”
“Recuerda siempre que tu propia resolución de triunfar es
más importante que cualquier otra cosa.” Abraham Lincoln.
En el tercer libro que hemos publicado sobre nuestras
andanzas rotarias, que titulamos “SOCIO-LOGIA ROTARIA III, UN MUNDO DE
ESPERANZA”, hemos recogido toda una larga etapa de nuestra vida en la cual
hemos querido servir sin más, al entorno donde vivimos, dentro de ese
compromiso que destaca el filósofo estadounidense Richard Sennet, de “hacer las
cosas bien, aún sin percibir nada por ello”.
Como se nos ha señalado en muchas ocasiones, creo que el
ideal de servicio nos ha venido acompañando a lo largo y ancho de nuestra
vida...
Hoy, tarada ”in misericordia” hace más de cuatro años, una
de nuestras más bellas obras de importante reconocimiento mundial, el recurrir
a la filosofía rotaria parece ser el momento adecuado para centrar nuestra
visión como un seguro refugio, en ese mundo donde “personas de negocios y
profesionales, líderes en sus respectivas comunidades, forman una alianza
mundial con el fin de prestar servicio humanitario, fomentar la aplicación de
elevadas normas de ética en el trabajo, y contribuir al desarrollo de la buena
voluntad y la paz en el mundo.”
La corriente rotaria expandida por el mundo tiene como su
lema principal: “servir es mi ocupación”.
Conferencia en el Rotary Club de Pasto, Colombia, sobre la cultura y el turismo, como base del desarrollo de los pueblos.
En nuestro largo recorrido dentro de estos incalculables
límites que nos señala está conclusión hemos vivido situaciones espectaculares
por sus condiciones, y asistido a los más excelentes actos, todos ellos
rodeados de personajes que llevan la bandera de Rotary Internacional por el
mundo pre-dicando con su ejemplo esas normas de convivencia humana que deben
presidir todos nuestros actos, y que en nuestro caso particular está más que
refrendado a través de una larga trayectoria profesional “sin que nos quede
nada por dentro”, como se dice en nuestra Venezuela.
Eso que los personajes del bien han expandido por toda la
faz del mundo, como es la honestidad, la honradez y el trabajo, es una
constante en la labor rotaria en todo su amplio espectro, lo cual hemos tenido la
suerte y el privilegio de comprobar en los varios clubes a los que hemos
pertenecido; en alguno de ellos, en las Islas Canarias, hemos sido destacados
fundadores…
Rotary, y toda su filosofía, en el emocionado recuerdo a la
figura sin límites de Paul Harris fundador de este club de servicios, primero
del mundo en su categoría, han venido a ser una auténtica ilusión en nuestra
vida, trayéndonos múltiples satisfacciones dentro de los ingratos momentos que
muchas veces hemos tenido que soportar, precisamente propiciados por esa falta
de ética, de compresión, del conocimiento y de la cultura de la paz, de la cual
adolece una muy buena parte de los personajes que imponen su dictadura de
facto, sin tener en cuenta todos estos valores morales y espirituales que
deberían tener presente en sus acciones.
Rotary, su obra benéfica, y su aporte a la sociedad, son los
modelos de organización y de principios morales que el mundo necesita. Mujeres
y hombres que dedican un buen espacio de su tiempo en servir a la sociedad, sin
otra retribución que la satisfacción del deber cumplido, son todo un ejemplo
avalado por esos valores que señalamos como son la honradez, la honestidad y el
trabajo bien hecho.
En la ciudad de Porlamar, Isla Margarita, presentado en 1991, la comunicación, sobre “Rotary, la cultura, y el Turismo” en la Asamblea del Distrito 437.
“La buena fe como base en los negocios y en las profesiones;
el aprecio a toda ocupación útil y la dignificación de la propia en servicio a
la sociedad”
Decía Bernard Shaw que “crear en la vida es largo, penoso…
complicado; corto y fácil es destruir, robar, o aprovecharse de lo que otros
han hecho…”. Algunos malos ejemplos, vividos en carne propia, podíamos aportar
– con nombres y apellidos - sobre esta certera frase.
Con muchas incidencias propias de nuestra agitada vida,
hemos seguido el recorrido de Rotary a través de cinco clubes, unos en
Venezuela y otros en Canarias, ostentado el honor de haber sido fundador en el
Club Rotario de Las Palmas de Gran Canaria.
No son pocas las veces que hemos tenido la oportunidad de
volcar nuestras inquietudes rotarias ante clubes de distintos países,
Venezuela, Colombia, Nicaragua, Chile… Francia… Siempre escuchados con atención
y acogido con la camaradería propia de hombres y mujeres que practican el
rotarismo en su más pura expresión.
De hecho, se agolpan en nuestra mente intervenciones
selectas como la comunicación que tuvimos la oportunidad de ofrecer en la LII
Conferencia del Distrito Rotario 437, celebrada en Porlamar, Isla Margarita,
Venezuela, en mayo de 1991, con el título de “Rotary, Turismo y Cultura”.
Presentación del libro SOCIOLOGÍA ROTARIA III, del autor de este tema, ante Rotary Club de Maturín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario