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sábado, 17 de septiembre de 2016

ROTARY CLUB, UNA ESPERANZA DE VIDA

Antonio-Pedro Tejera Reyes
 
“Tengamos fe en que la razón es poderosa; y con esa fe, avancemos hasta el fin, haciendo la parte que nos toca, siguiendo siempre la verdad.”

“Recuerda siempre que tu propia resolución de triunfar es más importante que cualquier otra cosa.” Abraham Lincoln.
 
En el tercer libro que hemos publicado sobre nuestras andanzas rotarias, que titulamos “SOCIO-LOGIA ROTARIA III, UN MUNDO DE ESPERANZA”, hemos recogido toda una larga etapa de nuestra vida en la cual hemos querido servir sin más, al entorno donde vivimos, dentro de ese compromiso que destaca el filósofo estadounidense Richard Sennet, de “hacer las cosas bien, aún sin percibir nada por ello”.
 
Como se nos ha señalado en muchas ocasiones, creo que el ideal de servicio nos ha venido acompañando a lo largo y ancho de nuestra vida...
 
Hoy, tarada ”in misericordia” hace más de cuatro años, una de nuestras más bellas obras de importante reconocimiento mundial, el recurrir a la filosofía rotaria parece ser el momento adecuado para centrar nuestra visión como un seguro refugio, en ese mundo donde “personas de negocios y profesionales, líderes en sus respectivas comunidades, forman una alianza mundial con el fin de prestar servicio humanitario, fomentar la aplicación de elevadas normas de ética en el trabajo, y contribuir al desarrollo de la buena voluntad y la paz en el mundo.”
 
La corriente rotaria expandida por el mundo tiene como su lema principal: “servir es mi ocupación”.

Conferencia en el Rotary Club de Pasto, Colombia, sobre la cultura y el turismo, como base del desarrollo de los pueblos.

En nuestro largo recorrido dentro de estos incalculables límites que nos señala está conclusión hemos vivido situaciones espectaculares por sus condiciones, y asistido a los más excelentes actos, todos ellos rodeados de personajes que llevan la bandera de Rotary Internacional por el mundo pre-dicando con su ejemplo esas normas de convivencia humana que deben presidir todos nuestros actos, y que en nuestro caso particular está más que refrendado a través de una larga trayectoria profesional “sin que nos quede nada por dentro”, como se dice en nuestra Venezuela.

Eso que los personajes del bien han expandido por toda la faz del mundo, como es la honestidad, la honradez y el trabajo, es una constante en la labor rotaria en todo su amplio espectro, lo cual hemos tenido la suerte y el privilegio de comprobar en los varios clubes a los que hemos pertenecido; en alguno de ellos, en las Islas Canarias, hemos sido destacados fundadores…
 
Rotary, y toda su filosofía, en el emocionado recuerdo a la figura sin límites de Paul Harris fundador de este club de servicios, primero del mundo en su categoría, han venido a ser una auténtica ilusión en nuestra vida, trayéndonos múltiples satisfacciones dentro de los ingratos momentos que muchas veces hemos tenido que soportar, precisamente propiciados por esa falta de ética, de compresión, del conocimiento y de la cultura de la paz, de la cual adolece una muy buena parte de los personajes que imponen su dictadura de facto, sin tener en cuenta todos estos valores morales y espirituales que deberían tener presente en sus acciones.
 
Rotary, su obra benéfica, y su aporte a la sociedad, son los modelos de organización y de principios morales que el mundo necesita. Mujeres y hombres que dedican un buen espacio de su tiempo en servir a la sociedad, sin otra retribución que la satisfacción del deber cumplido, son todo un ejemplo avalado por esos valores que señalamos como son la honradez, la honestidad y el trabajo bien hecho.

En la ciudad de Porlamar, Isla Margarita, presentado en 1991, la comunicación, sobre “Rotary, la cultura, y el Turismo” en la Asamblea del Distrito 437. 

“La buena fe como base en los negocios y en las profesiones; el aprecio a toda ocupación útil y la dignificación de la propia en servicio a la sociedad”

Decía Bernard Shaw que “crear en la vida es largo, penoso… complicado; corto y fácil es destruir, robar, o aprovecharse de lo que otros han hecho…”. Algunos malos ejemplos, vividos en carne propia, podíamos aportar – con nombres y apellidos - sobre esta certera frase.
 
Con muchas incidencias propias de nuestra agitada vida, hemos seguido el recorrido de Rotary a través de cinco clubes, unos en Venezuela y otros en Canarias, ostentado el honor de haber sido fundador en el Club Rotario de Las Palmas de Gran Canaria.

No son pocas las veces que hemos tenido la oportunidad de volcar nuestras inquietudes rotarias ante clubes de distintos países, Venezuela, Colombia, Nicaragua, Chile… Francia… Siempre escuchados con atención y acogido con la camaradería propia de hombres y mujeres que practican el rotarismo en su más pura expresión.
 
De hecho, se agolpan en nuestra mente intervenciones selectas como la comunicación que tuvimos la oportunidad de ofrecer en la LII Conferencia del Distrito Rotario 437, celebrada en Porlamar, Isla Margarita, Venezuela, en mayo de 1991, con el título de “Rotary, Turismo y Cultura”.

Presentación del libro SOCIOLOGÍA ROTARIA III, del autor de este tema, ante Rotary Club de Maturín.


Decíamos allí: “El turismo es un reto en el cual los rotarios venezolanos debemos participar haciendo valer nuestra vocación de servicio, instando a empresarios y autoridades a comprender el fenómeno y a tratarlo con la debida claridad para hacer llegar al pueblo venezolano la necesidad de una toma de conciencia que lleve al mismo a entender la oportunidad que los turistas les ofrecen, de conocer nuevas formas de vida, nuevo comportamiento, nuevos idiomas… nuevas culturas.”
 
Recogíamos en nuestro primer libro sobre Rotary, en el año 1981, una hermosa frase con la que ilustraban las labores de difusión del club de Puerto la Cruz, dos recordados rotarios venezolanos, que insertamos aquí: “Siempre que tengamos la sensación de que ayudamos al prójimo, estaremos desempeñando bien nuestros trabajos. Si pensamos solo en ayudarnos a nosotros mismos, el trabajo no irá bien…”
 
El compromiso con la sociedad de los rotarios es algo más que evidente: “Dar de sí, antes de pensar en sí.” Amén.
 
*Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. ONU


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