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sábado, 24 de septiembre de 2016

RECORDANDO A

DON DOMINGO LUIS EXTRADA EL ALCALDE DE LA FUSION DE AMBOS REALEJOS Y MUCHAS VECES OLVIDADO POR LOS PILTICOS ACTUALES.

Esteban Domínguez

Parece que la gente últimamente se olvida con tal frecuencia de aquellas personas que desinteresadamente dieron todo lo pudieron por defender los deberes de nuestros ciudadanos.

De Don Domingo Luis Estrada tengo grandes recuerdos y abundante documentación de todo lo que realizó en Los Realejos tras la unión.

Y si agradecidos estamos de él, estamos, no podemos olvidar como últimamente ha podido comprobar, que, gracias a este magnífico realejo, la tan querida imagen de la Virgen del Carmen, tiene hoy su Santuario entre las muchas cosas que hizo por este pueblo.

Últimamente he oído decir que algunos pusieron una piedra para que la Virgen del Carmen, tenga hoy su Santuario. Se olvidan con tanta facilidad que fue don Domingo Luis Estrada, el que a través de “regiones desbastadas” y con la amistad que le unía al ministro palmero Sr. Blas Pérez, que pudo construir este santuario.

Haced algunas semanas un buen amigo mío me lo recordada, él es José Manuel Plasencia, quién formó ese grupo de cinco personas que como todos recordaran hemos visto en varias fotos.

 Y entre otras cosas me dijo: “si hay dos personas que se merecen un “busto de oro” es don Domingo Luis Estrada, y Doña Carmen Siverio Pérez, recientemente fallecida.

De Don Domingo Luis Estrada, se pueden decir muchas cosas., y entre ellas un día me dijo: “Esteban pues si pobre entre en el ayuntamiento, más pobre salí.

 El Ayuntamiento de Los Realejos que preside don Manuel Domínguez le dedicó una calle en la zona de Los Barros, al igual que a Andrés Siverio y a Don José Rodríguez Ramírez Editor/Director de EL DIA.

 Don Domingo Luis Estrada estuvo en mi casa él y su hijo Domingo, con varias fotografías muy importantes y cartas donde recordaba todo lo que había hecho, en este municipio.

Al parecer decir la verdad, duele, pero este hombre que vivía últimamente en la Calle Benavides de Santa Cruz de Tenerife, me contó cosas que aún no han sido escritas, y tampoco las diré como es natural.

Me entrego el acta de la primera piedra del Santuario, y este que suscribe la entrego en el Pontifical Celebrado en este Santuario al cumplirse el “XXV Aniversario de su Bendición” ante la presencia de Obispo don Damián Iguesen. Hay fotografías que lo confirman, al secretario en aquel entonces de la Venerable Hermandad de Ntra. Sra. del Carmen.

¿Y me sigo preguntando, quién se apoderó de aquella Acta de la primera Piedra que lo entregué? Esta respuesta la he hecho muchas veces y nadie me, contesta, posible mente quién la tiene, quiera adornar las paredes de su casa y no esté en su santuario como fue mi voluntad.

Y como todo hay que decirlo sus dos hijos estaban algo molestos cuando don Manuel Domínguez, rotula una calle a su memoria, sin avisar a sus dos hijos.

Hoy cuando pasan los años, miro en las paredes de este Santuario, si en algún rincón del mismo, la han puesto, y desde la indicada fecha del XXV aniversario, esta acta, tomó otros senderos y no el adecuado.

El pueblo lo sabe, y últimamente se lo he recordado a algunas personas de la Venerable Hermandad. Esto y otras muchas cosas algo, que hizo don Domingo Luis Estrada por esta su tierra, la cual se entregó con cuerpo y alma, duermen en silencio… ¡qué pena, verdad! Y así pasan los días, los meses y los años, y el acta de la Primera Piedra, al parecer duerme donde no debe dormir.

Muchas cosas curiosas mi digo este gran alcalde. Algo que este que suscribe, no se lo imaginada, pero al transcurrir de los años, me he dado cuenta, que mientras vivimos, nadie nos escucha, nadie nos atiente. Y cuando pasamos de la vida a la muerte como es natural, es entonces, cuando recordamos aquellos grandes políticos entre ellos a Don Domingo Luis Estrada. Lo mucho que luchó, por logar, un pueblo mejor.

Hoy nuevamente le recordamos, cuando vemos a un pueblo como Los Realejos un tanto abandonado, ido de las manos de nuestros políticos que solo piensan al cobrar una abundante nomina mes tras mes.

Don Domingo Luis Estada, como el bien decía, nunca jamás cobró un céntimo. Lo mismo digo de don Elpidio Hernández Toste. Otro junto con Santiago Luis García, que hicieron de tripas corazón.

Sirva estas breves líneas para recordar, tanta gente que desinteresadamente han trabajado por convertir a Los Realejos en una ciudad digna y respetable, como no podía ves de otra manera.


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