Juan Antonio Gómez Jerez
“a veces, en las noches, apareces
golpeándome en la almohada y destruyendo las nubes que revolotean por el camino
de mis anhelos. no me importa nada que disuelvas mis sueños en ácido sulfúrico,
o que quemes mis palabras y esparzas las cenizas al aire… lo que si me importa es
que al despertarme no hayas sido más que un mal sueño...”
“Así Como No Existen Personas Pequeñas
Ni Vidas Sin Importancia, Tampoco
Existe Trabajo Insignificante.”
Elena Bonner
En psicología se dice que todas las personas poseemos una burbuja
individual, explicando esa burbuja, como el espacio tanto físico como emocional
que tenemos y que permitimos o no que nos lo invadan. En definitiva, eso
depende un poco de la personalidad de cada individuo. Hay personas con una
burbuja enorme e impenetrable a las que casi no podemos acceder, otras tienen
una burbuja más normal, flexible y empática con las que podemos entablar un
tipo normal de relación y después hay personas con una burbuja muy débil tanto
física como emocional y que son altamente vulnerables a esas personas
emocionalmente tóxico-contagiosas y que pueden envenenar nuestros sentimientos.
“CIERTAS PERSONAS, EN EL AFÁN DE QUERER CONSTRUIR UN MUNDO DONDE NINGUNA
AMENAZA EXTERNA PUEDA PENETRAR, AUMENTAN EXAGERADAMENTE SUS DEFENSAS CONTRA EL
EXTERIOR Y DEJAN SU INTERIOR DESGUARNECIDO.”
PAULO COELHO
Todos somos vulnerables ante el ataque de aquellas personas, situaciones o
hechos que de una forma consciente o inconsciente atacan nuestro entorno vital
físico y pisco-emocional. Nuestra vulnerabilidad variará dependiendo de nuestra
personalidad y de la forma en la que nos afectan las cosas que vienen tanto de
nuestro interior como de nuestro exterior. ¿Qué es más peligroso para nosotros,
lo que llevamos dentro o lo que viene desde fuera? Desde mi punto de vista, el
peligro está en nosotros, en nuestra autoestima, en nuestra fortaleza y
seguridad en sí mismos. Cuanto menor sea nuestra autoestima y fortaleza, así
como nuestra seguridad y nuestro escudo protector, que no agresor, mayor será
el riesgo de que esas personas tóxico-contagiosas invadan y agredan nuestro
espacio personal. Y ese espacio personal nuestro, hemos de defenderlo porque,
de su equilibrio depende nuestra armonía general, nuestra salud emocional.
¿Salud emocional? Si la que hace que nuestras sensaciones y emociones mantengan
equilibrada nuestra felicidad pisco-emocional. Si no somos capaces de aprender
a ser felices… no estaremos sanos emocionalmente…
A VECES MI CORAZÓN SE ROMPE PORQUE DEPOSITÉ MI CONFIANZA EN TI, EN TU CARA
AMISTOSA. UN DÍA ESA CARA SE BORRÓ Y LA CONFIANZA DESAPARECE, SE ROMPE. PERO YO
LO QUE NO QUIERO ES QUE APAREZCA EL MIEDO A SEGUIR TENIENDO CONFIANZA EN LAS
PERSONAS.
Somos únicos como personas y aportamos con nuestras características
personales a los demás las cosas y aspectos que hacen que interactuemos los
unos con los otros y nos enriquezcamos todos con el aprendizaje común, con la
empatía común. La vulnerabilidad se puede medir y cada uno de nosotros sabemos
lo vulnerables que podemos ser y que cosas hacen que nos derrumbemos con más
facilidad que otras. Hemos pues de trabajar en aquellas que pueden hacer llegar
a debilitar nuestro equilibrio. Todos somos seres valiosos y llenos de riqueza…
sólo tenemos que tomar conciencia de ello.
“LOS COMPLEJOS DE INFERIORIDAD SERÍAN ESTUPENDOS SI LOS TUVIERAN LAS
PERSONAS ADECUADAS.”
ANÓNIMO
Tenemos una familia, unos amigos, unas relaciones laborales, etc. con las que
inevitable tenemos una interrelación constante, y constantemente, recibimos
información desde fuera: lo que dicen de nosotros, lo que piensan de nuestras
actitudes y aptitudes, lo que piensan de cómo somos o actuamos; en definitiva,
de cómo nos ven desde fuera. Pienso que cada uno de nosotros somos una mezcla
de lo que somos en realidad, lo que creen que somos, lo que creemos que creen
que somos y lo que queremos ser; si mezclamos todo eso salimos cada uno de
nosotros… Todos estamos expuestos a este influjo exterior y al mismo tiempo
formamos parte de ese exterior tóxico-contagioso para las otras personas, con
lo cual, todos interactuamos los unos con los otros. Si esa interacción se
realizara de forma sana y natural y carente de intereses personales y egoístas;
probablemente seríamos socio-emocionalmente más sanos.
"LA LIBERTAD ES EL DERECHO QUE TIENEN LAS PERSONAS DE ACTUAR
LIBREMENTE, PENSAR Y HABLAR SIN HIPOCRESÍA"
JOSÉ MARTÍ.
Hay personas que nos hacen sentir mal porque entre otras cosas nos hacen
creer que somos los culpables, en cierta forma, de todo lo que les sucede en su
vida. Todo o casi todo es culpa nuestra.
Sin darnos cuenta vamos acumulando ese sentimiento erróneo en nosotros hasta el
punto de creerlo ciertamente.
Esas personas a veces, sin querer, nos destruyen la autoestima, nos
acomplejan o simplemente no nos valoran. Sin querer, supongo, se convierten en
personas contagiosas, tóxicas: no nos aportan felicidad.
No hace falta poner ejemplos, creo que muchos de nosotros hemos pasado por
estas situaciones que nos han podido llegar desde un jefe tirano, a un amigo o
incluso nuestra propia familia: pareja, hijos, padres, etc.
Desgraciadamente hay personas que vacilan con nuestra autoestima, ya digo,
y pienso seriamente que, sin querer, pero no tienen ningún tipo de derecho.
Somos como somos…y debemos ser capaces de querernos y aceptarnos tal cual. Las
personas que nos quieren y a las que queremos debe ser de una forma sincera y
recíproca.
Supongo que una actitud normal y respetuosa con los demás, porque es lo que
queremos para nosotros mismos, es lo más aconsejable en estos tiempos que
corren de CRISIS GENERALIZADA. No somos mejores que nadie, pero nadie es mejor
que nosotros, razón por la cual debemos defender nuestra personalidad, ser
felices y si hay alguien contagioso o tóxico en nuestra vida, pienso,
deberíamos dejar las cosas claras y zanjar tajantemente los problemas. Nuestra
misión es ser felices. ¡Ojo! Nosotros en algún momento también podemos llegar a
ser tóxicos, supongo también sin querer… Yo el primero y por ello pido perdón…
“NO TE FÍES DE LAS PALABRAS: EN ESTA VIDA ENCONTRARÁS A MUCHAS PERSONAS QUE
VIVEN MAL Y HABLAN BIEN.”
DEMÓFILO DE CONSTANTINOPLA.
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