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sábado, 9 de abril de 2016

EL VUELO DE LA PARDELA


Graciliana Montelongo Amador

Acosados y abandonados


Nuestro querido   Pedro García Cabrera también sintió lo mismo y por eso escribió en su defensa de un mundo habitable y digno los poemas de Ojos que no ven (1977), en el que denunció la desidia y el abandono de los poderosos, así como el total descuido por la naturaleza y el medio ambiente ¿Qué escribiría ahora el poeta al ver el deterioro en el que se encuentran nuestras islas? Mientras la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, María Teresa Lorenzo, y la gerente de la empresa pública Promotur, María Méndez, dieron a conocer la semana pasada los detalles de la participación del archipiélago en la Feria Internacional del Turismo de Madrid, donde con un pabellón de 1.500 metros cuadrados y un presupuesto de 774.000 euros Tenerife y Canarias se vende en Fitur como un paraíso ¿un paraíso de qué…? En estos días en los que no he parado de moverme de un lado al otro de la isla, siempre en la guagua o en el tranvía, por desgracia he podido ver como el paisaje iba cambiando.

Los árboles, los jardines y las fachadas de las casas quedaron relegados a un segundo plano. Las vallas publicitarias ocupan ahora un lugar que no les corresponde. En los bordes de las autopistas, en las rotondas, donde también han colocado pantallas de gran tamaño para atraer la atención del consumidor, porque mis estimados lectores, esa es la idea, captar compradores a toda costa, sin importarles las consecuencias. Entonces uno se pregunta si hay una ley, la de Carreteras, que lo prohíbe desde el año 1989 es porque estaba claro y comprobado (como en todos los países europeos) que las vallas publicitarias distraen la atención del conductor, y como consecuencia se producen accidentes de tráfico. Pero si está prohibido e incluso se retiraron en su día   ¿cómo es que ahora se permite de nuevo su colocación?  Preguntando a las personas competentes y expertos en el tema dicen que se les multa pero no las retiran. Y otros me dicen que no se habían dado cuenta de que estaban ahí…Tenemos que ser más respetuosos. Les recuerdo a todos los responsables de permitir estas atrocidades y atentados contra la naturaleza, contra el paisaje (porque no han dudado en cortar de cuajo árboles, para colocar impunemente las vallas de publicidad) que los canarios vivimos, dependemos, directa o indirectamente del turismo para poder comer. Muchos de los hombres y mujeres que cada día soportamos esta realidad, nos sentimos acosados y esto produce un efecto negativo que manifiesta la dejadez, la falta de sensibilidad por parte de algunos de nuestros políticos a los que no parece importarles el lamentable y deteriorado   estado en que se encuentra nuestra tierra. La misma tierra por la que tanto luchó Pedro García Cabrera, un escritor del que sobresalen dos constantes a lo largo de su vida y su producción, su claro compromiso social y su especial atención y amor hacia el paisaje isleño.  

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