Manuel Hernández González
Joaquín Montesino Trujillo formaba parte de la numerosa
colonia gomera en la Cuba del siglo XIX. Criado en el seno de una familia de
clase media formada por Felipe Montesino y Guadalupe Trujillo, había nacido en
Agulo (La Gomera) el 16 de agosto de 1836. Emigró a Cuba desde muy joven,
dedicándose desde sus inicios al comercio de víveres. Se había establecido en
La Palma (Consolación del Norte). Acusado por numerosos testigos de ser el
principal instigador de la rebelión en la zona, fue detenido en la noche del 20
de marzo de 1869. Sufrió la condena en las canteras de San Lázaro de La Habana,
donde coincidió con José Martí. Años después, en 1892, éste publicaría en
Patria un artículo, Los isleños en Cuba,
dedicado precisamente a sus vivencias con él en el presidio, un texto que es,
por otro lado, clarividente sobre las ideas del gomero y sobre la actitud de
los canarios ante la emancipación cubana y su valoración por los
independentistas. Sobre él diría el Apóstol: “no había en el presidio de La
Habana penado más rebelde ni más criollo que un bravo canario, Ignacio (error
de Martí, que más tarde rectificaría) Montesino. Toda la ira del país le
chispeaba en aquellos ojos verdes. Echaba a rodar las piedras, como si echase a
rodar la dominación española. Se asomaba al borde de la cantera a verla caer.
Servía mucho, hablaba poco, dio opio a los guardianes y huyó libre”. Veinte años más tarde vuelve a comunicarse
con Martí desde Santo Domingo, república en la que se exilió tras su huida de
la cárcel. Comenta Martí que la escribió desde allí. Le dijo que era el mismo
de antes “en el corazón, que no se ha cansado de amar al país, que el
padecimiento y la ruina que le cayeron por él se lo hacen amar más, que allá
está suspirando por prestar a Cuba algún servicio”. Ante esa adhesión diría “¿
Quién mejor que este isleño podría llamarse cubano?. (...) Pronto va a tener
Montesino la ocasión suspirada de servir a Cuba”.
Montesino residía en Montecristi (Santo Domingo) desde
1880. Casado allí, tuvo varios hijos. Se dedicó a actividades mercantiles como
agente de empresas alemanas y como comerciante de campeche y café. El 4 de
agosto de ese año le escribió a Maceo, que se hallaba en Puerto Plata,
diciéndole que “yo estoy pobre y bastante arruinado, pero para Cuba y para hombres
de las cualidades de usted estaré siempre dispuesto”. El 9 de septiembre de 1892 Martí arriba a
Govaines. Parte hacia Dajabon, donde
visita a Montesino. En Patria el 1 de noviembre recoge sus impresiones: “El
Delegado, con nuestras almas detrás, nos llevó, callando sólo lo que debía, por
los mares dudosos por las inquietas ciudades haitianas y su vapor hospitalario,
por las casas campestres del bravo isleño Montesino”.
Sus casas de Montecristi y Dajabón, donde fue designado
Alcalde, fueron durante esos años residencia y auxilio de multitud de
dirigentes independentistas cubanos. El general Enrique Loynaz del Castillo fue
asistido por él: “mi padre lo cargó en Santo Domingo, pues usted sabe que nació
allí. Sus padres que llegaron en gran miseria allí, fueron protegidos por mi
padre”. Y lo mismo de dominicanos que después de la independencia pasaron a
residir a la Perla: “los Poloney de Puerto Plata, los Thomen y Julio de Peña,
de Santiago de los Caballeros, Julio Grillón, los Billini, los Henríquez Ureña,
etc. Don Pancho Henríquez fue médico allí de mus padres y luego médico aquí en
Cuba”.
El 24 de febrero de 1895 arribó Martí de nuevo a
Montecristi, donde permaneció hasta el 1 abril, que se embarcó para Cuba. Allí
redactará con Máximo Gómez el documento que pasará a la historia como el
Manifiesto de esa ciudad. Sus referencias son constantes en el diario de Martí
de Montecristi a Cabo Haitiano. El 1 de marzo salieron de Da jabón, donde
“tengo a Montesinos, el canario volcánico, guanche aún por la armazón y la
rebeldía, que, desde que lo pusieron en presidio, cuando estaba yo, ni favor ni
calor acepta de mano española”. Su activismo independentista fue notable tanto
en Montecristi como en Dajabón. Tras la independencia retornó a Cuba, en donde
falleció en 1911.
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