Yolanda Trancho - Escritora
Hablemos de los chiringuitos
feministas que son subvencionados por el gobierno, y más por el Ministerio de
Igualdad, ese en el que la paridad no existe, ya que todos los asesores, de
trescientos, catorce son varones.
En el año pasado se tramitaron
más de 400.000 denuncias por violencia de género, ¿Qué género? Me pregunto yo.
Solo se admiten denuncias de mujeres hacia hombres, ¿qué sucede que los hombres
no tienen género?
Pues aquí mi discordancia, no
puede haber una sección en el Ministerio del Interior, entrando en la
discriminación por ser de un sexo u otro. O también haremos como no hace muchos
años los negros debían de sentarse en los asientos reservados para la gente de
color, o se les prohibía la entrada en según que establecimientos.
Desde mi humilde opinión o puede
que mi ignorancia llegamos a discriminar a los hombres, a los que se quiere
humillar y degradar por el hecho de haber nacido con el cromosoma XY. A mi
parecer no se deben de recoger las denuncias por ser mujer, ni catalogadas por
violencia de género, es violencia familiar, sea igual quién agreda o sea
agredido.
De todas estas denuncias arriba
expuestas, 157.000 se sobreseyeron. ¿Qué significa? Pues muy claro; de las
manifestaciones de las mujeres, no se hallaron pruebas suficientes para culpar
al denunciado por un delito de violencia física o psicológica.
Que triste que de todas estas
denuncias solamente 7, fueran apeladas, aportando el hombre a cambio de un
gasto de dinero por el abogado y procurador, en las que se dictaminaba que se había
denunciado falsamente. ¿Cuál es el resultado de tal sentencia? Nada,
absolutamente nada. La mujer, la violencia de género que muchos defienden, no
cumplieron la pena estipulada de cuatro meses a seis años, dependiendo del
hecho denunciado. Claro esto no es noticia para abrir un noticiario.
Los medios de comunicación se
llenan de titulares cuando una mujer es asesinada, y el 80% de estas, nunca
interpusieron denuncia. Lamentablemente no puedo explicar el motivo del por qué
no lo hicieron. Si fue por miedo o por estar sumidas en la catarsis del
síndrome de Estocolmo.
Es una pena que no haya
mecanismos para la prevención de la violencia familiar, y no pongo de género,
se agrede a niños, mujeres, hombres y ancianos que viven dentro del núcleo de
una familia.
Puede que haya un recelo ante los
organismos oficiales y se puedan minimizar este tipo de delitos y resulte que
al final, ante una buena provisión de bienestar familiar, se dote de
herramientas a las familias para que se minimicen estos delitos, porque
extinguirse sería lo ideal, aunque eso sí que sería una utopía.
La maldad existe desde el
principio del mundo tal y como lo conocemos, aunque sí que podemos poner entre
todos un granito de arena con el fin de que se otorguen las herramientas
necesarias para mermar estos delitos.
Nos preocupamos por los delitos
denunciados, se falsifican estadísticas, no es lo mismo malos tratos, que
lesiones, no es lo mismo físicos que psicológicos, y todo depende de quien
gobierne y la comunidad. ¡Así nos va!
Se omiten delitos, y la
delincuencia aumenta como el fuego al que echas más leña, las Fuerzas de
Seguridad quedan vendidas por unas leyes obsoletas y una justicia abarrotada de
falsas denuncias y minucias que se podrían solucionar con un mediador. Pero es
más fácil echar la culpa a la violencia de género, ese que no existe o yo no lo
encuentro.
Mi pregunta es un poco difícil y
quisiera que alguien me resolviera. Si existen; hombres, mujeres, transexuales,
homosexuales y aquellos que aman el alma, o los que hoy se sienten mujeres y
mañana hombres. ¿de qué género hablamos?
La verdad que esto es una
dicotomía, no saber decidir a quién tomar una denuncia o si el departamento es
el adecuado.
También quiero recalcar que
muchas de estas feministas que gritan y vapulean a los hombres por el hecho de
haber nacido con el sexo al parecer equivocado, quiero recordarlas que nacieron por la gracia
de un hombre y la anuencia de una mujer.
Por favor que alguien me lo
explique, ¿Qué es violencia de género? Todavía no encuentro el sentido, del
fuerte o del débil, del sometido o el cometedor.
En fin, para resumir; ¿es
necesario tantos departamentos para defender los derechos de las mujeres?
¿Tenemos que ser protegidas entre nosotras? ¿Debemos de pedir permiso para
realizar según qué funciones?
Puede que resulte este texto un
ultraje para muchas, que no estén de acuerdo con las palabras de una mujer, que
no percibe ser inferior ni superior a mi semejante, a un hombre.
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