¿CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ?

Lorenzo de Ara

Se ha llegado a esta macabra situación en el tercer poder del Estado porque la política en España se entiende (la entiende Sánchez) de una manera muy sencilla. Con él o nada.

¿Alguien de ustedes se atreve a afirmar sin temor a equivocarse que hay vida en el psoe más allá de Sánchez? 

Y no hablo ya de vida inteligente.

La realidad es que no hay intersticio que pueda llevar a una posible y viable sucesión de Sánchez.

En el psoe no caben los delfines.

Cabes los perros fieles. Las perras fieles. El votante cretinizado.

Pero hoy lo que debería ocuparnos en la situación del tercer poder del Estado.

Se han reunido durante más de tres horas los dos líderes del denigrado bipartidismo. Sánchez y Feijóo habrán hablado, pero los que han trabajado duro han sido Pons y Bolaños. Y lo han hecho porque Europa, dejando ya de mirar hacia Hungría y Polonia, al fin ha advertido que la anomalía española es una hediondez democrática sin parangón en el club europeo.

Volviendo al psoe, envío desde aquí un abrazo a la militancia socialista. A ella debemos la concesión de un poder omnímodo al actual secretario general del psoe. Un abrazo que no es otra cosa que un deseo de pelea cuerpo a cuerpo.

Retorcidos y lameculos forman el cuerpo de élite que defiende a Sánchez.

Como bien apunta Rubén Amón en El Confidencial, los “aspirantazgos” en el psoe son fetos que nacen muertos y con terribles deformaciones.

Aún no hay acuerdo para la renovación del Consejero General del Poder Judicial. Nos contentamos con un acercamiento. Cabe esperar que en horas se consuma el acuerdo que Europa, sí, Europa, quiere y exige para llamar democracia completa a lo que tenemos en España.

¿Tanto cuesta ahondar en criterios de independencia y en reforma legal como pide la Unión Europea?

Ya lo creo que cuesta.

Con Sánchez en La Moncloa y con Sánchez en el psoe la deriva autoritaria y la carencia de objetividad judicial es un problema gangrenoso.

Pero que el PP no muestre la cara de partido compungido. Oportunidades ha tenido el PP para normalizar y democratizar la Justicia. Todas fueron tiradas al cubo de la basura. 

La ley en vigor ha de cumplirse.

Que los jueces y magistrados puedan elegirse entre ellos es otra condición irrenunciable.

Tanto el psoe como Unidas Podemos han hecho lo posible para convertir en absurdo el ejercicio natural del CGPJ, como la provisión de puestos de magistrados en distintos órganos jurisdiccionales.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Poniendo a Sánchez en el poder absoluto.