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sábado, 22 de octubre de 2022

EUROPA ES SUPERIOR Y BORRELL TIENE RAZÓN

Lorenzo de Ara

Borrell no es un belicista. Europeísmo es hoy poner en primera fila la defensa y la seguridad de nuestros intereses. Sin pedir perdón a nadie por ser la luz del mundo. Hablo de Europa.

No se equivoca Borrell. Para nada. Fuera de Europa, la oscuridad.

Pero este lugar, superior a cualquier otro, no está exento de peligros. Tiene enemigos. Siempre los ha tenido. Hoy más que nunca. Europa tiene fuerza más que suficiente para seguir siendo líder, locomotora, referente de todos esos países que quieren dejar atrás el subdesarrollo, la esclavitud, la nimiedad, la miseria, la dictadura de izquierda y derecha. Pero también es cierto que algo no marcha bien en Europa. Y esa dolencia llega al hocico de las bestias que hay repartidas por los continentes. Nada más delicioso para las alimañas: Rusia, China, Corea del Norte, Irán, el comunismo indigenista, el peronismo, etc, que ver cómo occidente termina siendo una montaña gigantesca de escombros.

Borrell a sus 73 años es el hombre más libre de Europa. Y por supuesto que es el hombre más universal que ahora tiene España. Su cargo, no siendo el más singular y empoderado de la Unión Europa, le permite dirigirse a la opinión pública sin alambicados discursos. El lenguaje empleado por Borrell es el que necesita la política Europea. El que necesita España.

Fuera de Europa está la selva. Y junto a nuestros firmes aliados, Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Israel, Japón y Corea del Sur, conformamos el mejor de los mundos posibles. Se nos podrá acusar, en este caso se podrá acusar a Borrell de colonialista e imperialista. Mamarrachadas. Aunque se nos acuse de todo eso y de mucho más, nuestra civilización, nuestra democracia, nuestra cultura judeocristiana es superior a las que por desgracia oprimen y eliminan todo vestigio de libertad y verdadera prosperidad.

Europa no es invencible. Está muy lejos de conseguir la eliminación de sus enemigos. Partiendo de esta premisa, lo que ha de hacer es armarse. Invertir más y con más ensañamiento en seguridad, defensa. La unidad de Europa no ha de ser el discurso de un Sánchez que vende un tubo entre Barcelona y Marsella sin financiación, sin fechas. La unidad de Europa tiene que estar compuesta de fuerza, certezas, necesidades imperativas, desterrando las continuas rectificaciones y no cayendo en reiterados incumplimientos de promesas. En este caso, la arrogancia de la democracia es un bien a preservar. Por el contrario, el cambio de criterio de la democracia, que es el dudar cuando escucha voces contrarias a su avance, es garantizar la pérdida de confianza y hacer crecer el desengaño en los ciudadanos que no saben a qué atenerse.

Borrell ya fue muy firme en defensa de España y en la oposición contra el independentismo catalán. Destrozó el gordo Junqueras en un debate. ¿Cómo lo hizo? Siendo libre y apartando de sí todo atisbo de miedo y duda.

Si el mundo es una jungla, que lo es, este jardín de libertad política, cohesión social y prosperidad económica que llamamos Europa, junto a los aliados y amigos arriba reseñados, es también un enemigo a batir por las fuerzas del mal. 

Debemos tomar conciencia de nuestras debilidades.

Hace pocas fechas, Borrell dijo que la UE no podía ser una institución herbívora en un mundo de carnívoros.

¿Recuerdan la Alianza de Civilizaciones parida por José Luis Rodríguez Zapatero? Bien, esa Europa es la que hay que enterrar.

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