En la costa de Tenerife tenemos siete faros; uno de ellos,
en el Puerto de la Cruz. Los faros ofrecen seguridad a los barcos que navegan
de noche y suponen una esperanza para aquellos que se pierden.
De alguna forma, las ciudades de todo el mundo están navegando
de noche por mares que le son cada vez menos conocidos. Nos enfrentamos a un
futuro incierto, debido tanto a fenómenos globales como regionales y locales.
El Puerto de la Cruz no es una excepción.
¿Tendremos dónde vivir los portuenses y las portuenses
dentro de diez o veinte años, con los precios del alquiler disparados, con el
alquiler vacacional en auge, con la creciente llegada de nómadas digitales
que pueden pagar por los alquileres porque perciben salarios más altos, con el
poco suelo que tenemos en el municipio para nueva vivienda?
¿Cómo vamos a afrontar la movilidad en un municipio tan
pequeño, con tanto vehículo privado y con un previsible aumento de la población
local y flotante? ¿Puede soportar el casco un tráfico tan elevado de vehículos sin
que afecte todavía más al medio ambiente y a la salud de la población?
¿En qué sectores, además del turístico, se puede crear
empleo en el Puerto? ¿Pueden ser la salud, el deporte y los cuidados nuevos
nichos de trabajo que contribuyan a diversificar nuestra economía y generar
riqueza mejor distribuida en el municipio?
¿Podremos compatibilizar espacios de ocio dinámicos, una
actividad cultural rica y diversa, en definitiva, una ciudad viva, con el
derecho al descanso de las personas que vivimos en el municipio y de las que
nos visitan?
Estos retos se nos plantean ya hoy, pero amenazan con
hacerlo en mayor medida a las generaciones venideras. Es fundamental
afrontarlos con la vista puesta en el futuro. Con el fin de contribuir a esa
necesaria búsqueda de respuestas lanzamos Puerto de la Cruz FARO 2040.
FARO 2040 es una iniciativa que impulsamos desde la Asamblea
Ciudadana Portuense con el objetivo de contribuir a diseñar el Puerto de la
Cruz de dentro de dos décadas. ¿Hacia dónde debe caminar la ciudad? ¿Qué
ejemplos de otros lugares deben ser tenidos en cuenta? ¿Cómo se puede implicar
a la ciudadania en esta tarea? Estas preguntas y muchas otras deben ser
respondidas a lo largo del proceso.
Nuestro FARO tiene un pie en el presente, en las cosas que
se están planificando y haciendo bien en materia de movilidad, empleo,
adaptación al cambio climático o energías renovables, mientras que el otro pie
lo tiene en el medio plazo, a veinte años vista. Solo así podremos plantear con
éxito una hoja de ruta para la ciudad del futuro que se apoye de manera
realista y coherente en la ciudad del presente y que haga posible que, dentro
de dos décadas, los chiquillos y las chiquillas que hoy juegan en los parques
infantiles del Puerto puedan seguir viviendo en el municipio o conseguir un
trabajo sin tener que salir de la ciudad.
¿Cómo va a contribuir FARO 2040 al futuro del Puerto de la
Cruz como ciudad resiliente y pionera en el afrontamiento de los desafíos que
se nos presentan? Lo haremos dando voz a todas aquellas personas que tengan
algo que aportar. No concebimos esta iniciativa como un proceso cerrado en el
que solo participen personas del Puerto: por supuesto, queremos involucrar a
personas expertas del propio municipio, que han de ser la base de la
iniciativa, pero también a personas de otros territorios, especialistas en
diferente ámbitos que nos ayuden a dibujar la ciudad del futuro.
A lo largo de los próximos meses pondremos en marcha los
primeros encuentros sectoriales con la participación de diferentes colectivos,
así como jornadas sobre temas como el acceso a la vivienda en destinos
turísticos; el ruido, el ocio y el descanso; o la movilidad sostenible. Son
asuntos tan transversales e importantes para el día a día de la ciudadania
portuense que no podemos esperar para ponerlos sobre la mesa y debatirlos en
profundidad.
En los más de tres años de trabajo que llevo como concejal
me he esforzado, con aciertos y errores, en conseguir que tengamos, hoy, la
mejor ciudad posible. Ahora, además, doy el paso de involucrarme junto a la
Asamblea Ciudadana Portuense y mucha más gente en este proceso de reflexión
para contribuir a diseñar y poner las bases del Puerto de la Cruz del futuro.
Es un deber moral hacer política no solo pensando en la población actual, sino
también en las próximas generaciones.
FARO 2040 pretende ser, en definitiva, una de esas luces que
nos permita no solo navegar con seguridad en el presente, sino, sobre todo,
albergar la esperanza de llegar a buen puerto en las travesías que hemos de
emprender en el futuro.
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