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miércoles, 12 de octubre de 2022

COLÓN Y LA HISPANIDAD

Isidoro Sánchez García

Dice el refranero popular que cada uno es hijo de su época. Marco Polo de la suya, en el siglo XIII, al salir de Italia al Oriente en busca de la seda. NBattuta, del siglo siguiente, al marchar a La Meca desde la costa atlántica en Tánger. Cristóbal Colón, del siglo XV, cuando se embarcó al Occidente desde la península ibérica pasando por Canarias, y Humboldt, del siglo XVIII, al seguir la ruta de Colón camino de las Américas, un singular  navegante genovés, que entre 1492 y 1502 viajó por cuatro veces a tierras de las Indias.

Colón, marino genovés, ha sido y es, un personaje muy debatido por una serie de circunstancias políticas y personales pero lo cierto es que conocía muy bien la tierra ibérica, tanto Portugal como España, y las islas portuguesas de Madeira y Porto Santo, donde se casó y vivió dedicado al mundo del azúcar. En Canarias viajó a La Gomera y a Gran Canaria en septiembre de 1492,  antes de partir para las Indias, porque Tenerife, la mayor de las islas, aún no había sido conquistada. Los aborígenes guanches destacaron por su resistencia al conquistador español, Fernández de Lugo. 

Siglos más tarde nos encontramos con personas que hablan de Colón de manera diversa. Unos le califican como descubridor de un  Nuevo Continente, que obviamente ya existía antes de la llegada de Colón a Guanahaní, y otros, como responsable de la subyugación de los indígenas americanos e introductor de los conquistadores españoles. A pesar de ello el naturalista prusiano Alejandro de Humboldt le admiraba, en 1799, cuando su viaje a las regiones equinocciales, por su conocimiento de la geografía atlántica y escribió un libro sobre el almirante genovés. Ello me permite valorar positivamente la opinión de Humboldt sobre Colón, ya que el prusiano fue un defensor de los derechos humanos de los indígenas y de los esclavos que llegaron a las Américas procedentes de África. Lo que si tengo claro es que la figura de Cristóbal Colón, con sus virtudes y sus defectos, se ha convertido, por lo que vemos, en la conciencia de América en el siglo XXI. Y si no que se lo pregunten al presidente de la república de los estados unidos de México, López Obrador, y a los zapatistas del Frente de Liberación Nacional.

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