HIERRO

Evaristo Fuentes Melián

FUTBOL: EFEMÉRIDES                                               

Hace unos días, el 19 de octubre de 2022, se cumplieron cincuenta años del partido de futbol  España—Yugoslavia, que se jugó en el hoy reconvertido a urbanizable, Estadio Insular de Las Palmas de Gran Canaria. 

Yugoslavia, como es sabido, ha desaparecido del mapa de las nominaciones como país independiente, para convertirse después de una guerra fratricida terrible, en varias entidades estatales. 

Y… ¿Dónde estaba un servidor ese día de tal  acontecimiento futbolístico?  Pues no se lo creerán, pero el partido lo vi yo televisado en una vivienda particular cuyo dueño nos invitó galantemente, ubicada en la capital Valverde de la isla de El Hierro. 

Valverde era un solitario ente pequeño urbano diseminado,  en donde a esa hora de la noche, normalmente estaba todo en silencio, no había peñas de forofos al estilo más futbolero, y cuando España empató en el último instante del encuentro, mi grito de jolgorio se oyó en toda la Isla también llamada de El Meridiano. El resultado final fue  2 a 2.  

Y… ¿Por qué estaba yo en El Hierro en esa fecha tan singular? 

Yo trabajaba de técnico de grado medio—léase aparejador—para el Ministerio de Educación,  antes de ser transferido a Canarias, con la restructuración definitiva de las autonomías, y me hallaba en Valverde acompañado de mi esposa, que me sirvió de secretaria, cuando visitamos en el Ayuntamiento capitalino a varias personas de cargos importantes en el ámbito insular en el tema de la escolarización, desplazándonos luego el pago de Taibique en la montaña, con la vista del valle de El Golfo desde la altura. 

No había aún aeropuerto--que se inauguró meses más tarde--y en el barco de línea se tardaban ¡quince horas! desde Tenerife a Valverde, con escala en La Gomera. 

Desde el muelle herreño nos desplazamos a Valverde, a setecientos metros sobre el nivel del mar, donde en aquel octubre ya se sentía un aire frio, de esos que pelan. Mientras subíamos a Valverde por carretera, vimos que el barco se alejaba de la isla  y volvería tres días después, lo cual daba una sensación inquietante de aislamiento. 

Pasamos la noche en la mejor pensión de El Hierro. Todavía no estaba terminado el Parador Nacional, ubicado por Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo, sin bajarse del  helicóptero según dicen las malas lenguas, en un solar alejado bajo una montaña, donde no llega el sol antes de las once de la mañana.

Y así se escribe esta historia. ¡Ah! Se me olvidaba decir que en el equipo de España jugaron Tonono, Pirri, Amancio y el gran portero Iríbar, hasta completar once. 

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