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lunes, 10 de octubre de 2022

HISPANIDAD UN AVATAR VICTORIOSO

Antonio Pastor A.

Pero aun hay otra razón más para trabajar este hispanismo. Nuestro mundo no tiene como fundamental la división entre América del Norte y del Sur; decía el Doctor Rodolfo Reyes de Ochoa; entre la América inglesa y la hispanolusitana.

Esa dualidad es fuerza y puede ser grandeza; pero también es peligro y puede ser ruina; el afán imitativo, que hipertrofiado es desnaturalización; la visión de la grandeza ajena, que reflejada en nuestra relativa pequeñez suele ser caricatura; la era industrial y el ansia de confort, que exagerados son materialismo; la tentación del fuerte cuando se codea con el débil y tantos otros factores, murmuran siniestras profecías en esa raya de la que es seguro guardador, el pueblo mejicano. ¡O tal vez no!

Y como nadie habla de insensatas agresiones, pero ya ni tan siquiera de reivindicaciones originariamente justas, y como ya el supremo representante oficial de la América inglesa se siente abanderado del mismo Bolívar, ante la locura europea, nosotros no tenemos mejor defensa, mejor escudo frente a deformaciones posibles, que cultivar, engrandecer y refinar Nuestro Hispanismo. Esta es otra consecuencia que he de señalar en mi precipitada exposición, que, como todas las grandes verdades, es, a la postre, un lugar común.

Entre lo mucho que debemos a España está el reconocimiento de algo que es fundamental: La sensibilidad personalísima de nuestra Reina Madre Isabel, La Católica. La audacia de Colón y los Pinzones, en plena rebeldía con la ciencia de sus días; lo individualista y aún rebelde de las empresas de centenas de colosos de la voluntad, de los que son representativos Cortés y Pizarro; la necesaria labor que, con todos sus defectos, ha hecho el caudillaje entre nosotros; la facilidad con que una próvida Naturaleza responde al esfuerzo del hombre. Esto nos prepara y arma para una evolución auténticamente hispánica y cristiana, para una justicia social, solidaria, sin violencias.

Y aunque España parece que se desintegra, está a punto de fortalecer sus defensas contra la intolerancia y el oportunismo soez progresista y trasnochado.

Los americanos que mucho agradecemos, a la auténtica España, como hijos del indigenismo y del hispanismo, del desafío creador que una quilla, una espada y una cruz libraron con el misterio de lo desconocido. No negamos el ambiente en el que se produjo nuestra vida, más bien reclamamos la herencia de todo género de los grandes conquistadores y colonizadores, porque las cunas que allí formaron son más alma suya que las tumbas que aquí dejaron. España tiene una llave de oro recibida, porque fue  cordial y comprensiva, con nosotros. Para ella también, somos acogedores y fraternos. Nuestra Hispanidad, podrá en este ángulo de la Historia, ayudar a un AVATAR VICTORIOSO. Que así sea.

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