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Padrón
Recientemente, el Consejo
General del Poder Judicial ha informado que, en Canarias, durante el primer
semestre, las denuncias por violencia de género han aumentado un 45% con
respecto a las presentadas, en los órganos judiciales, el pasado año. Es más,
el número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó en un 47%. En el
primer trimestre del año pasado se contabilizaron 1.644 frente a las 2.416 de
este año. Datos que colocan a Canarias como una de las comunidades con más
casos de víctimas de violencia de género, muy por encima del medio nacional.
En 1993 la Asamblea General
de las Naciones Unidas definió la violencia de género como todo acto de
violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño
físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la
privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en
la vida privada”. Hay estudios que definen el origen y las causas de la
violencia de género, que no voy a tratar aquí por no ser el objeto de este
artículo. Contra esta profunda herida social es necesario actuar dotando de
medios suficientes a los profesionales para garantizar una efectiva asistencia
integral a las víctimas. Es fundamental medidas eficaces de acceso a empleo,
vivienda y a ayudas, sin ellas la recuperación es inviable. La violencia de
género no es una sucesión de hechos aislados, es un problema de carácter
estructural.
En Canarias, una de las
causas del aumento de la violencia de género es que estamos en manos de
personajes políticos mediocres sin capacidad resolutiva. Como el caso de la
Directora del Instituto Canario de Igualdad, María Ana Franquet Navarro,
Partido Socialista Obrero Español, que ante los espeluznantes y trágicos datos
aportados por el Consejo General del Poder Judicial pide “cautela sobre la
interpretación de los datos” porque según explica “no sabemos si hay más casos
o no que antes, lo que sí sabemos es que hay más denuncias”. Este “derroche de
lucidez” lo completó con el anuncio, tras un año en el cargo y habiendo medrado
toda su vida laboral de la política, no se le conoce ningún empleo que no sea
un cargo político, alguno de ellos, relacionados con violencia de género, que
todavía no se ha reformado el Protocolo que supla las deficiencias del
anterior, creado en marzo de 2009, que, según argumenta, “cuenta con
deficiencias”. Además, nos “deleita” con la afirmación “hay que analizar los
números con calma” como si desconociera que en la mayoría de los casos la
intervención debe ser inmediata dado que una actuación tardía puede ocasionar
consecuencias irreversibles.
Esta mediocridad de políticos
que tienen responsabilidades de gobierno lleva a un enquistamiento y
agravamiento de los problemas que debían resolver. Las cifras dadas por el
Consejo General del Poder Judicial así lo corroboran. Cuánta razón tenía ese
médico de Alicante cuya intervención en un medio televisivo circuló por las
redes sociales haciéndose viral. Este profesional de la salud relató el drama
de las familias que viven de la pensión del abuelo lo que conlleva que éste
abandone la medicación de aquellas patologías que no duelen como la
hipertensión, la diabetes o el colesterol con el consiguiente perjuicio para su
salud porque los pocos euros que tiene en el bolsillo son para comer. Terminaba
su intervención con la siguiente reflexión “la situación es dramática. Les
diría a los políticos que no basta con la voluntariedad y un micrófono, hay que
tener un nivel de preparación. Lo mismo que para ser médico necesito
cualificarme, casi siempre de forma constante, los políticos únicamente tienen
la voluntad. Les puedo poner un ejemplo: por qué no cogen los políticos un
avión, colocan al comandante en la torre de control, y si es tan fácil llevar
un avión, súbanse todos ustedes, lo mismo nos hacen un favor. Verán ustedes que
no es fácil llevar un avión cómo no es fácil dirigir un país, se requiere
preparación, no sólo voluntariedad”.
Y es que la “historia
política” de la Directora del Instituto Canario de Igualdad, según el
currículum insertado en la página web institucional, tiene algunos datos
curiosos e imprecisos, en mi opinión. Aparece como Coordinadora en UGT y es
cierto que cobraba un sueldo de este sindicato, pero nadie recuerda que fuera
Coordinadora, tal vez es un dato algo maquillado. También relata que fue
Concejal en la oposición, pero no comenta que el PSOE la puso como Secretaria
de grupo para que pudiera percibir una remuneración. En el siguiente mandato
municipal no sale elegida, pero de nuevo el PSOE, cogobierna con Coalición
Canaria, la coloca como “asesora” de urbanismo pese a que no se le conocía
conocimiento alguno a este respecto. Posteriormente, es puesta en un lugar de
salida, en las listas electorales municipales, pero como el PSOE no consigue
entrar en el equipo de gobierno municipal, pese a haber un acuerdo en cascada
con Coalición Canaria, deja su acta de concejal, lo que demuestra lo poco que
le preocupan los problemas de los vecinos, de los que ha vivido “literalmente”
más de ocho años, porque su “amiga” y Vicepresidenta del Gobierno de Canarias,
Patricia Hernández, le posibilita, un cargo remunerado, la Dirección del
Instituto de Igualdad, suponemos que con la condición de que “coloque” a la
madre, de la Vicepresidenta, como “asesora” en dicha institución. Todo queda en
la casa política porque para eso ambas, Franquet y Hernández, son “casta” ya
que no se les conoce vida laboral fuera del ámbito político.
Yo le recordaría a la Sra.
Franquet sus propias palabras cuando criticó a la Concejal de Servicios
Sociales del Ayuntamiento de Santa Cruz “Todavía no hemos visto ni uno sólo de
todos los planes que nos viene anunciando desde hace un año “Es que ni siquiera
conocemos los borradores “Sólo está preocupada por lo que sale en los medios de
comunicación y especialmente si es para acallar las críticas”. Son palabras
suyas, Sra. Franquet, que bien podría aplicárselas a usted. Mientras tanto
usted gestiona, según relatan medios de comunicación, más de siete millones y
medio de euros que es el presupuesto del Instituto Canario de Igualdad y
seguimos siendo la Comunidad con mayor número de casos de violencia de género y
los profesionales siguen demandando que no cuentan con los medios precisos para
llevar a cabo su trabajo en condiciones y la víctima no ven soluciones a corto
plazo. Como decía el médico alicantino se necesita preparación para que no
estemos ante otra promesa electoral incumplida: conseguir un modelo donde se
proteja a las víctimas, pero no se las revictimice. Se debe ofrecer a las
mujeres y sus hijos e hijas un plan personal, social y laboral a tiempo real.
Hacen falta soluciones y no intenciones, ni homenajes, ni entrega de premios,
ni minutos de silencio ni tantos paripés. Las víctimas necesitan “hechos” no
palabrería porque ya con el incompetente que las ha agredido tienen el cupo
lleno.
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