Juan Antonio Gómez Jerez
Las migrañas no son simples cefaleas. Es tener que elegir la penumbra y el
silencio de una habitación para sentir alivio, es suspirar en la cama deseando
que cese ese dolor punzante alojado en media cabeza. Además de ello, supone
también sufrir la incomprensión de quienes piensan que se exagera…
Quienes padecen esta enfermedad de forma crónica, saben lo que es el
menosprecio social de quienes no entienden, por ejemplo, que un “dolor de
cabeza” pueda impedirles ir a trabajar. Por ello, y para reconocer esta
realidad que afecta millones de personas en todo el mundo, la OMS (Organización
Mundial de la Salud) reconoció la migraña crónica como una enfermedad
incapacitante en el 2012.
“Una migraña no es un dolor de cabeza, es una pesadilla cerebral que me
hace temer la luz, los sonidos, los olores… Que me obliga a buscar un lugar
seguro donde resguardarme a oscuras y en silencio”
Nadie elige este tipo de dolencias. A todos nos gustaría disfrutar de
nuestras jornadas con la máxima calidad y bienestar, pero el enemigo invisible
de las migrañas aparece a lo largo del mes casi de forma regular “para cerrar
nuestro interruptor vital” y hacernos sus prisioneros. La migraña es una
enfermedad neurológica de la que hoy queremos hablarte en nuestro espacio.
ENTENDIENDO MEJOR LAS MIGRAÑAS
Como siempre suele decirse en estos casos, no hay nada mejor que conocer a
nuestro enemigo para poder enfrentarlo con más recursos. En el caso de la
migraña cabe decir en primer lugar que suele tener un componente genético y que
afecta en mayor grado al sexo femenino.
Es muy común que recordemos cómo cuando éramos niños, se nos obligaba a
hablar bajito y no hacer ruido porque alguno de nuestros padres tenía “eso”
llamado migraña. Al poco tiempo, también nosotros descubrimos en piel propia a
ese invitado oscuro que se aloja en la cabeza para detener, durante unas horas,
el engranaje de nuestras vidas.
La migraña tiene un claro componente orgánico, es algo que debe aclararse
por encima de todo ante quienes piensan que la raíz puede estar en algún
componente emocional. Ahora bien, factores como el estrés son a menudo sus
detonadores, pero nunca las causas, por ello, debemos tener en cuenta los
siguientes datos.
CAUSAS QUE ORIGINAN LA MIGRAÑA
• La migraña afecta al 10% de la
población, y aunque suele empezar a manifestarse a los 20 años, los niños
también pueden sufrirla.
• Es importante saber, antes que
nada, que hay varios tipos de migrañas. La más común es la que afecta a “media
cabeza” (incluyendo uno de los ojos y la sien) y que cursa con un dolor
pulsátil. Además, suele dar los primeros síntomas a través de lo que se conoce
como aura.
• La más dolorosa e incapacitante
es la migraña neurálgica, ocasionada por la activación o irritación de las
fibras del nervio trigémino. Areteo de Capadocia, célebre médico de siglo I
d.C, la describió como “el peor dolor del mundo”.
• Es importante saber que el
nervio trigémino es el que transmite la sensibilidad de la cabeza y que a
través de sus fibras rodea las meninges.
• Cuando el nervio trigénimo se
activa o se sobrecarga, aparece la inflamación y se liberan sustancias que
afectan también a las propias meninges. De ahí, que notemos esos latidos persistentes en nuestra cabeza. Algo
terrible, sin duda.
CONOCE TU ENFERMEDAD
Tu migraña NO es como la de tu compañero de trabajo, tampoco como la de tu
madre. No a todas las personas les funcionan los mismos tratamientos, de ahí,
que se suela recomendar lo siguiente:
• Lleva un diario “del dolor”.
Siempre resulta muy útil mantener un tipo de registro sobre la frecuencia en su
aparición y sobre los posibles detonantes: el estrés, un tipo de alimento, días
de mucho viento, el síndrome premenstrual…
• Prueba más de un tratamiento:
existen diversos fármacos para tratar las migrañas. Serán siempre tus médicos
quienes te ofrezcan las mejores opciones de acuerdo a tus necesidades.
Asimismo, no dudes en complementarlas con otras terapias como el yoga, el
biofeedback, la relajación…
CONOCE LOS DETONANTES
Tal y como te hemos señalado, factores como el estrés pueden actuar como
detonantes a la hora de sobreexcitar el nervio trigénimo. Por ello, es
interesante que conozcas esas dimensiones que pueden activar la aparición de la
migraña.
• El ejercicio físico intenso (la
migraña aparece cuando nos relajemos después de la actividad).
• Los alimentos ricos en sal.
• Los alimentos con estimulantes
químicos o naturales.
• Los quesos curados, los
lácteos.
• El chocolate.
• El café, el té, el alcohol.
• Las luces u olores intensos.
• Las diferencias de temperatura.
Siempre vamos a recomendar que ante cualquier situación su médico es la
persona que mejor le va a informar. Este artículo es meramente informativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario