Javier Lima Estévez. Graduado en Historia por la ULL
La historia de la meteorología en Canarias responde a toda una serie de
hitos que permiten comprender su evolución y consolidación en el panorama
actual. La imagen del Archipiélago y, esencialmente, la inigualable figura del
Teide, comenzó a interesar a los científicos desde el siglo XVII, existiendo
diversas investigaciones que demuestran el interés de la Royal Society de
Londres por organizar una expedición a la isla con la finalidad de realizar
toda una serie de estudios en el pico del Teide. Sin embargo, un impulso
importante para la ciencia en Canarias se vendría a generar durante los siglos
XVIII y XIX. En efecto, durante tales siglos Canarias fue visitada por todo un
conjunto de viajeros atraídos por las características del clima o la
realización de estudios científicos, geológicos, cartográficos, botánicos,
astronómicos y antropológicos. Tales viajeros no dudaron en relatar todo
aquello que veían ante sus ojos, dejando por escrito toda una serie de
testimonios que servían de estímulo e impulso para aquellos que pretendían
llegar hasta nuestras islas. En ese contexto, se generaron múltiples comentarios
en los que diferentes viajeros y estudiosos del ámbito canario señalaban la
necesidad de establecer un espacio adecuado para la observación metereológica
en el Teide, siendo significativo que prácticamente la totalidad de los
viajeros que llegaban a Canarias se preocupaban por realizar descripciones
sobre las características meteorológicas.
En ese marco podríamos destacar la interesante idea planteada en 1847 por
los franceses Arago y Duperray, que apostaron por la posibilidad de crear un
centro de observaciones meteorológicas en Tenerife, contando con la
colaboración del ilustre naturalista Sabine Berthelot, por entonces cónsul de
Francia en la isla tinerfeña. Desgraciadamente, ante las circunstancias
derivadas de la revolución francesa de 1848, todo quedaría en un proyecto que
nunca se materializó, tal y como destacan Emilio Cuevas y Fernando de Ory en su
artículo “Investigación científica y cambio climático”, resultado del ciclo de
conferencias desarrolladas en 1997 bajo el lema “5 siglos de ciencia en
Canarias”. Tras ese intento surgieron muchos otros, siendo significativa la
estancia en el pico de Tenerife del científico Charles Piazzi Smith. Su
presencia marcará un punto de inflexión en el campo de la ciencia en Canarias,
pues «es el primer investigador que se establece de forma permanente en el
pico, haciendo las primeras observaciones meteorológicas y astronómicas
sistemáticas» según señalan en la misma ponencia Emilio Cuevas y Fernando de
Ory. Para el ilustre científico británico, el Teide representaba el espacio más
idóneo para realizar sus investigaciones, amparándose en el principio
establecido por Isaac Newton de realizar observaciones por encima de las nubes.
Una aportación que corrobora el profesor universitario, historiador e
investigador Nicolás González Lemus en obra El Teide y la aventura astronómica
en Canarias. Charles Piazzi Smith y el nacimiento de la astronomía isleña. 150
aniversario. 1856-2006.
A ese hecho se une una larga nómina de tempranos visitantes que destacaban
la luz y la insolación, así como la pureza de la atmósfera de las Cañadas del
Teide, siendo el doctor británico William Marcet el primero en estudiar las
condiciones climatoterapéuticas del lugar desde una perspectiva
médico-turística, según expone González Lemus en su obra La Expedición Alemana
de 1910 a Las Cañadas del Teide. Turismo de salud y clima de montaña,
generándose, a la par, la visita de múltiples investigadores con la finalidad
de buscar un nuevo emplazamiento para la construcción del tan ansiado y reclamado
observatorio meteorológico.
Partiendo de esos antecedentes y otras experiencias, por fin, se inauguran
las observaciones desde el nuevo y flamante observatorio meteorológico en el
año 1916, emplazado en la montaña de Izaña, realizándose a partir de entonces
todo un conjunto de avances en el ámbito de la investigación atmosférica
esenciales para la ciencia y la cultura en Canarias
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