Teresa González
Llueve,
y cubre impermeable mi vestido
los embriones en el nido
Nacen,
y busco con afán su alimento
arriesgando mi vida…
Y dicen que no pienso
Quema el sol
mi construcción de paja en el muro,
y llueve agua de mis labios
para refrescar su cuerpo desnudo…
Sopla enfurecido el viento
bota pichones,
voy con mis garras
y los devuelvo a su nido
Y dicen que no pienso
Vuelo,
no sólo no por instinto,
simbolizando la paz
que representa
mi evolución, y
“pienso”,
con la pizca gris en mi cabeza
abrazando las alturas de mi mundo,
en la dolorida ansiedad
de los que sueñan
añorando mi vuelo.
Y… mejor dicen que no pienso…
aunque vuele.
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