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viernes, 10 de mayo de 2019

NUEVOS EMPLEOS


Antonio Pastor Abreu

La pérdida de muchos puestos de trabajo en todos los ámbitos, desde el arte a la atención sanitaria, se verá compensada en parte por la creación de nuevos empleos.

Los médicos de cabecera, que se ocupan de diagnosticar enfermedades conocidas y de administrar tratamientos comunes, serán sustituidos, probablemente, por la IA., médica.

Debido a ello, habrá mucho más dinero para pagar a médicos y ayudantes. Ayudantes de laboratorio a fin de que realicen investigaciones punteras y desarrollen nuevos medicamentos o procedimientos quirúrgicos.

La Inteligencia Artificial (IA)., podrá colaborar en la creación de empleos de otra manera. En lugar de que las personas compitan con la IA., podrían centrarse en su mantenimiento y en su uso. Por ejemplo, la sustitución de pilotos por drones, ha acabado con algunos empleos, pero ha creado muchos puestos en mantenimiento, control remoto, análisis de datos y ciberseguridad.

En casi dos décadas, el mercado laboral estuviera caracterizado por la cooperación ser humano con la IA. En lugar de por la competición entre uno y otra.

De manera parecida, la IA podría ayudar a preparar a los mejores detectives, banqueros y soldados de la historia. Pero necesitarían un gran nivel de pericia y, por tanto, no resolverán los problemas de los trabajadores no cualificados sin empleo. Así pues, crear nuevos trabajos, podría resultar más fácil que volver a adiestrar a personas o trabajadores en paro, para que ocuparan realmente dichos puestos.

Durante los períodos de automatización anteriores, por lo general las personas podían pasar de un empleo rutinario que exigía poca pericia a otro. Estos cambios ocupacionales eran posibles porque el paso de la granja a la fábrica y de la fábrica al supermercado solo requería un readiestramiento limitado.

Sin embargo, en un par de decenios, quizás antes, podría ser difícil, que un cajero o un obrero del sector textil, por ejemplo, que perdiera su trabajo debido a un robot, empezara a trabajar como investigador del cáncer, como operador de drones o como parte de un equipo de banca combinado con la Inteligencia Artificial., pues no dispondrá de la pericia necesaria.

En consecuencia, a pesar de la posibilidad de que aparecieran muchos nuevos empleos, quizá presenciaríamos el surgimiento de una nueva clase inútil. Ya que ningún empleo que quede libre, estará jamás a salvo, por la sustitución de una máquina, porque el aprendizaje automático y la robótica, continuarán mejorando.

Semejante cambio hará que sea más difícil organizar Sindicatos, o conseguir derechos laborales inexistentes. ¿Cómo vamos a sindicalizar una profesión que surge de pronto, y desaparece dentro de una década? Si la fuerza laboral humana, es como nuestro canario en la mina, estamos bien avisados de que el canario se está muriendo. Y esto ocurrirá en muchas profesiones y empresas.

En consecuencia, crear nuevos empleos y volver a formar a personas para que los ocupen no será el único esfuerzo. La revolución e implantación de la Inteligencia Artificial (IA), no será un único punto de inflexión crucial, después del cual, el mercado laboral alcanzará un nuevo equilibrio.

Hoy ya son pocos los empleados que esperan ocupar el mismo empleo toda la vida. Tampoco una profesión. Pues podría parecer antediluvianas.

El cambio es siempre estresante, y el mundo frenético de principios del siglo XXI ha producido una epidemia global de estrés.

Nadie puede saber con seguridad qué tipo de impacto tendrán el aprendizaje automático y la automatización de las diferentes profesiones del futuro.

Y es muy difícil avaluar el calendario de los acontecimientos relevantes, sobre todo, porque dependen tanto de decisiones políticas y de tradiciones culturales como de descubrimientos puramente tecnológicos.

No obstante, los políticos y consumidores, podrían no obstante impedir el cambio durante años, quizás décadas. Aun siendo la probabilidad de desempleo sistémico masivo baja, estamos obligados a tomárnosla muy en serio. Pues no sólo prescindiremos de personal humano, sindicatos, las disrupciones sociales y políticas potenciales.

El reto que la infotecnología y la biotecnología plantean a la humanidad en el siglo XXI, es sin duda alguna, mucho mayor que el que supusieron las máquinas de vapor, los ferrocarriles y la electricidad, en épocas anteriores.

En consecuencia, tenemos que hacerlo mejor de lo que hicimos, cuando nos enfrentamos a la Revolución Industrial.

*Miembro de la AIPET.

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