Lorenzo
de Ara
Pensar
que no voy a poder votar por Lope Afonso para alcalde del Puerto de la Cruz no
me quita el sueño.
Que
lo sepa Marco González (o Sinese).
Pero
sobre todo que lo sepa también el niño o la niña que, desde el sectarismo y la
incultura democrática más ñoña, es incapaz de aceptar la opinión de un
periodista que pronto cumplirá 31 años haciendo preguntas y reflexionando sobre
política internacional, nacional, regional, insular y local.
Repito,
no me quita el sueño no poder votar por Lope Afonso.
¡Me
quita el sueño imaginar una ciudad de nuevo gobernada por el PSoe!
Es
lo que hay.
Si
echo la vista atrás, pero no tan atrás, recuerdo la herencia dejada por el
partido de la rosa marchita al salir del poder local.
Rechinar
de dientes.
El
periodista no enseña la “pluma” en su ejercicio libre y riguroso
de una profesión que exige dejar enterrado el miedo y la
soberbia.
Este
periodista se ha ganado el derecho (¿soberbia?) a decir lo que le venga en gana
sobre una ciudad que conoce muchísimo mejor que Marco Sinese (o González), ya
por viejo (que lo soy), ya porque, humildemente, admito que en mi cabeza cabe
el pasado democrático y el presente de la ciudad que amo sin fanatismo.
A
los niños y niñas, o no tan niños y niñas que militan en el PSoe de la rosa
marchita, les embrutece que el firmante de esta columnita declare que Lope
Afonso reúne las virtudes para seguir siendo alcalde del Puerto de la Cruz.
¡Los
imbéciles en política jamás entenderán que la libertad de opinión y de
expresión está muy por encima de la militancia cretinizada!
No
podrán entender en el devenir de su existencia que la discrepancia política es
un pilar de la convivencia en democracia.
Y
así ocurre porque este nuevo PSoe (te lloro Rubalcaba) está en manos de
vedettes, aves del paraíso, casi todos ellos con una fragilidad cultural e
ideológica que echa para atrás; igual que tumba el mal aliento de talibanes que
enseguida saltan al cuello cuando un periodista opina en contra de los
intereses del “rojo” chillón.
El
líder del PSoe del Puerto de la Cruz sabe a ciencia cierta que no hay otro
profesional de la comunicación en la isla que le haya dado más oportunidades de
poder expresarse con absoluta libertad y tiempo en todas las entrevistas que ha
aceptado con gusto en mi lugar de trabajo, Gente Radio.
Mis
opiniones quedan apartadas. Es Marco González, jefe de la oposición, quien
cobra protagonismo. ¿Por qué? Porque el periodista que se convierte en estrella
en una entrevista, deja de ser periodista para pasar a ser un instrumento al
servicio del espectáculo mediático.
El
respeto que siempre le he mostrado a Marco en mis entrevistas (y él lo sabe)
pone a este humilde profesional por encima de las miserias propias de la
incultura, del sectarismo y de la ruindad política de personajillos que, por
estar en una lista electoral, creen estar en la cima de la cadena trófica.
Si
hablamos de política, olvidan que acaban de bajar del árbol para ponerse a
caminar sobre dos patas.
Llevo
57 años caminando erguido.
Llevo
31 años escudriñando los entresijos del Puerto de la Cruz.
Nunca
mandaré callar.
Pero
recomiendo pensar (cosa harto difícil) antes de hacer el ridículo.
¡Lo
que me quita el sueño es imaginar que la alcaldía del Puerto de la Cruz quede
en manos de un socialista!
P.D.,
“Hoy comparto con
muchos españoles un sentimiento de pérdida
por quien fue un referente de la política española
durante tantos años de entrega a sus ideas y a la vida pública.
Y quiero recordar también con respeto y admiración a la persona discreta y
afable que siempre encontré detrás del personaje del duro Rubalcaba con el que
tanto tuve que batallar a lo largo de mi vida política. Descanse en paz”, palabras de Mariano Rajoy. Mi más
sentido pésame a la gran familia socialista.
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