Rosario Valcárcel
La niña ordena por
afectos
sus recuerdos, Beatriz Giovanna Ramírez
En un mundo que
padecemos terrorismo, injusticia, pobreza, volcanes en erupción, el cáncer y un
sinfín de virus y enfermedades nuevas que nos atacan cada día, parece que esto
de crear poesía es algo casi enternecedor y más si es poesía erótica y escrita
por mujeres.
Sí, porque a pesar de los pesares las mujeres no sé si es
por avivar el fuego o porque hoy sepamos con entera certeza que los dioses nos
han desposeído de los tabúes y de la imposibilidad de ser grandes o porque la
mujer hoy es más culta y más decidida y escribe con la cabeza fría y los cinco
sentidos puestos en su trabajo. Lo cierto es que hoy la literatura y el
pensamiento femenino han tomado conciencia y abordan el erotismo alejándose de
las vulgaridades cotidianas. Los afrontan en todas las expresiones del arte con
una sutil delicadeza
Pero incluso en tiempos pasados, cuando la poesía erótica
escrita por mujeres era una actividad marginada, ellas supieron olvidar que el
erotismo y el pecado se confunden. Se sintieron revolucionarias, y les gustó
escribir sobre aquello que estaba prohibido hablar sobre el amor pasional,
sobre un recuerdo. O sobre los orgasmos soñados o vividos, o quizás porque la
reflexión sobre el recuerdo era como decía Proust una forma de recuperar –el tiempo perdido.
Así grandes escritoras como Anais Nin Alfonsina Storni,
Silvana Ocampo o Almudena Grandes entre otras han perturbado las ensoñaciones
de muchos para acentuar el hálito transformador de su creatividad y han tocado
con acierto el registro erótico.
Pero hoy de quien quiero hablarles es de una feminista,
activista social y política. Licenciada en Lingüística y Literatura y en Teoría
Literaria y literatura aplicada por la Universidad complutense de Madrid y
Máster en Investigación estudios de género, feminismo y ciudadanía, entre otros
pero sobre todo una amiga- poeta colombiana llamada Beatriz Giovanna Ramírez, y
de un poemario titulado “Desnuda
junto al mar”. Un
libro donde vuela a ras de piel lo amoroso. Se descubre a sí misma a través de la pasión con unos poemas de temas íntimos, tal es el caso del primer poema
que abre este libro titulado “El
mar de tu nombre” en
la que se adentra en la luz azul como vacío, como simbolismo vital, como un imaginario para junto a su
amado enredarse en su piel, fundirse en los sonidos en espiral. Revelar sus
sentimientos.
Pronuncio tu
nombre y se emocionan las olas.
En tus ojos,
brillan las esmeraldas de Simbad,
arden todos los
mares y los barcos,
vuelan en La isla
del tesoro las doradas águilas.
En tus ojos,
dulce hombre de mis días,
lagos como
espejos…
Pero el encuentro entre los cuerpos es para la poeta algo
inocente, casi infantil, casi un rubor, y para ello utiliza una rememoración
lírica, una poesía que busca más allá del alma del sexo quizás para imprimirle
un carácter lúdico, una forma estética o para producir un determinado efecto al
esencial erótico. Experimenta el desbordamiento de la memoria, lo desgrana, se
adentra en su mundo, revolotea en los cuentos de la niñez y con los personajes
elabora la gestualidad. Le otorga al poema una profundidad sonora.
En tus ojos
recreo mi ilusión. Encaje
de mis huesos,
nárrame un cuento con las zetas,
que quiero
escuchar tu voz en mi oído;
Scheherezade te
escuchará tan atenta
que de amor
dormirá en nuestro
nido. Esta noche
el fuego recorre nuestras venas.
Esta noche será
la de los cuentos prometidos…
Aporta también una poesía enamorada, de deseos y de la
necesidad de gozar. Una poesía de recuerdos en donde convive la tradición
popular de los ficciones y la habitual, donde sin que nos demos cuenta
margullamos en el mar que se oscurece en la fiesta sagrada, y sentimos su
sonoridad tan cercana que parece que podemos tocarla, que flota en ese lugar
donde emergen los placeres del deseo.
Si digo orgasmo
¿tendré uno?
Hay un cielo
lleno de estrellas
y una estrella
que titila de emoción
en el centro,
justo en el centro…
Beatriz Giovanna ha sido traducida al inglés, catalán,
rumano, portugués, alemán y búlgaro.
Es una poeta que sabe hilvanar con una voz espontánea y
fantasiosa los temas del amor y los apetitos con una sensualidad cándida. Sabe
englobar en la naturaleza, en las pasiones que cimienta nuestra vida y lo hace
con una emoción tal que hace que la poesía sea creíble.
Por eso invito al lector a leer “Desnuda junto al mar” a bañarnos
todos en el aire suave y tibio del verdadero misterio de las pasiones, de la
confesión
que, asalta en sus escondites más secretos, en un sin fin de imágenes y ritmos lúdicos, a renacer y a morir. A descubrir
y disfrutar de la poesía de Beatriz Giovanna Ramírez.
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