Lorenzo de Ara
Algo va mal; algo va muy mal.
En España. En tu ciudad.
“Un partido que no respeta la ley y que se
muestra reacio en la sede de la soberanía nacional a rubricar una medida que
emana del imperativo legal no está en condiciones de acceder al Gobierno.
Iglesias no esconde en absoluto su disposición a formar una coalición con el
PSOE. Pedro Sánchez no puede vacilar en una cuestión medular: meter a Podemos
en el Ejecutivo supondría un riesgo no solo para la economía, sino para la
preservación del modelo constitucional”.
El párrafo final de “El Mundo” lo resume muy
bien.
Pablo Iglesias perdona a los golpistas, pero se
ve ya como ministro del gobierno que presidirá Pedrito. ¿Una democracia seria y
saludable soportaría una cosa así? Ni hablar.
En tu ciudad se podría llegar a ver después del
26M un engendro político de proporciones inimaginables. Y yo, demócrata,
aceptaría la decisión del pueblo soberano. Faltaría más.
Y si no te basta con un pacto PSoe-Podemos para
tener la certeza de que algo va mal, aquí tienes lo que los chavistas locales y
nacionales, pero especialmente locales, piensan y dicen de Amancio Ortega, el
“asqueroso” rico que dona aparatos para salvar vidas a la sanidad pública.
Ellos, destruirían alegremente los “aparatitos”.
¿La ideología de la muerte es así de solidaria
con el enfermo?
Otra cuestión es buscar la fórmula para que
nuestra Sanidad (de las mejores del mundo) encuentre fórmulas correctas y
viables de no depender en exclusividad de dichas donaciones. El Estado tiene la
obligación de garantizar que nuestra sanidad disponga de las mejores
tecnologías: usarlas y mantenerlas en perfectas condiciones).
También “El Mundo, en un breve editorial, apunta
que “…solo la mitad de los aparatos de tecnología puntera -financiados con lo
que Pablo Iglesias llama una "limosna" de 309 millones de euros- está
operativo y ayudando a tratar a los pacientes oncológicos. De los más de 440
equipos para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer enviados a hospitales
públicos de todo el territorio español, la otra mitad aún está en proceso de
instalación o incluso de compra o licitación”.
Ya sabemos que Podemos (por cierto, socio
predilecto del PSoe en el Puerto de la Cruz) odia a Amancio Ortega.
Y otra realidad de la que emana la pestilente
consecuencia de la maldad imperante, aunque yo me inclino a pensar que en este
caso lo que sobresale es la estulticia en estado puro, radica en el pensamiento
(selvático) de Pilar Rahora. “Pilarica” escribe en La Vanguardia: “De manera
que sí, Puigdemont puede ser un magnífico representante de una España que
escucha y no hiere. No es un paria, ni un golpista, es un demócrata que
defiende un derecho universal. El problema es que la España que representa
Puigdemont no existe, pero esa no es su culpa, es culpa de los que dicen
defenderla”.
La demencia, o sencillamente estupidez, pero
también la soberbia de Rahola, cobra más peso y protagonismo cada día.
Es el olor a la mendacidad. Está ahí.
Por ejemplo, es ese político producto del
Facebook que, obstinadamente, y sin ocultarse, mantiene que todo lo que esté
fuera de dichas red social es “invisible”, algo o alguien que “no existe”.
Por favor, acude a votar este domingo.
P.D. En Gente Radio estaremos en directo este
domingo 26 informando de todo lo que acontezca en nuestro norte y más allá.
Comenzaremos a las 20 horas. Y permaneceremos en directo hasta las 24 horas. Ya
sabes, en la 95.6 de la FM y en genteradio.net)
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