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sábado, 13 de agosto de 2016

LA VENEZUELA DE ANTAÑO

Antonio-Pedro Tejera Reyes

¡ESOS ISLEÑOS! LOS TEQUEÑOS

El historiador Gerónimo Alberto Yerena Cabrera, en sus crónicas sobre la Venezuela de antaño, nos ilustra sobre una de las grandes aventuras del canario en estas tierras de promisión americanas, donde la sangre el sudor y las lágrimas de los pobladores de Canarias, urgidos de la necesidad de vivir en un mundo mejor, pusieron los pilares de una historia política, social y económica, llena de héroes por todas partes, que no se ha detenido a través de los siglos, y que está presente en todos los rincones de, no solo  Venezuela, sino de muchos lugares impensables de esta América nuestra, donde el pensamiento nos hace soñar con aquellas crudas circunstancias que hicieron posibles la fundación de ciudades como Sao Paulo, Montevideo, San Antonio de Texas, y miles de pueblos que van de arriba abajo de este grandioso continente, sin olvidarnos de las islas caribeñas sembradas de tumbas de canarios que fundaran cientos de sus poblaciones.

Esas “señas de identidad” que tanto comentamos como atractivo para el turismo moderno, las regó de forma natural el canario por todos los lugares de sus andanzas, y en este caso que comentamos, como una autentica reliquia que se ha convertido en un signo de la gastronomía venezolana, y que ahora este cronista que señalamos, nos lleva hasta sus mismos orígenes, con la historia del rico Tequeño atribuido a la ciudad de Los Teques, actual capital del Estado Miranda, desde el año 1928.

Un pasapalo, en Venezuela es lo que llamaríamos un trago, o una copa, en otros lugares, y pasapalo, sería una tapa en España. Copiamos lo escrito por el cronista Yerena Cabrera: “Pasapalo vernáculo, pero no multisápido, por lo menos, el original, el cual es el que se ha mantenido hasta el presente para deleite de los venezolanos y extranjeros que han tenido la dicha de probarlo, por  caracterizar a este apetitoso, ahora pasapalo, precisamente por su sabor sencillo y agradable, lo que hace que al comerse el primero produzca una reacción inmediata e incontenible de seguir picando y una de sus propiedades más resaltante es que no empalaga y da una verdadera sensación de haber comido - de haberse quitado el hambre -; de allí el decir que: "dura menos que una bandeja de tequeños..."
Una nueva firma comercial va a promocionar el tequeño a niveles internacionales por medio de una franquicia, según publica, elnacional.com

“Este origen, atribuido a la ciudad de Los Teques, es algo que se ha repetido, tal como es frecuente en los relatos "refritos" sobre crónica. Quizás se debe a que fue donde se popularizó, llevado por las familias pudientes caraqueñas, quienes acostumbraban a pasar temporadas, o tener una segunda residencia, en esa otrora, agradable ciudad.”

“Ha influido el error de atribuir el origen del Tequeño a esta ciudad el desconocimiento de la historia y el haber borrado los caraqueños de su memoria el famoso Barrio El Teque, situado en la Parroquia de Altagracia, sitio donde realmente se originó la elaboración del famoso Tequeño”.

Los canarios de este barrio fueron los primeros en Venezuela en elaborar el apetitoso plato, no precisamente como pasapalo, sino, como una comida para el desayuno y la cena, tal como nosotros comemos las arepas o las exquisitas empanadas. Su elaboración fue tal cual como ahora se hace: masa de trigo enrollada rellena de queso blanco y luego frita. Era lo que ahora llamamos, en materia culinaria, fue un resuelve para los habitantes marginales de ese barrio; los cuales no contaban, aparte de recursos económicos, la disponibilidad de ofertas en las pulperías o los mercados de la época. Otra causa que influyó fue la de caer el barrio en desgracia con los acontecimientos iniciales de la independencia, sobre todo, con los mantuanos, quienes no recordaron que de cada diez españoles que pisaron nuestra patria siete u ocho eran canarios y fueron ellos los que desarrollaron la agricultura.

Si revisamos, por ejemplo, quienes eran los que cultivaban las numerosas haciendas en el Valle de Caracas y hacían el duro trabajo en ellas; o el nombre de muchas esquinas caraqueñas, bien sea por el nombre propio del personaje, o el nombre de su negocio, tal como llevan varias esquinas el nombre de una pulpería de canarios, verán quienes con su sudor forjaron el florecimiento de la patria.

Su comida se hizo famosa en los pobladores de los alrededores de la ciudad y luego de desaparecer el barrio, familias pobres de Caracas lo siguieron elaborando. Más tarde fue preparado por familias más pudientes quienes la llevaron al entonces, pueblo de Los Teques y fueron las que la popularizaron; regresando a Caracas con su nombre original de Tequeños y confundieron su nombre con esta ciudad, por olvido o ignorancia, más que por asociación.”
Esta hermosa fotografía de los tequeños, está en la red ofrecida por @cortesía. Acompañados de estas ricas salsas, este delicioso manjar se ofrece en las mejores fiestas venezolanas.
“El barrio El Teque junto al barrio de La Trinidad constituyó dos de los barrios más antiguos de la ciudad de Caracas, los cuales existieron desde comienzos y mediados del siglo XVIII respectivamente. Es de notar que ambos estaban ubicados en lo que actualmente es la parroquia de Altagracia y ambos perdieron su denominación en el transcurso del siglo XIX”.

“En cuanto al barrio El Teque, se denominó luego Sabana del Teque, la cual fue parte de la zona que ocupaba el antiguo barrio, más adelante se le dio el nombre a una esquina, posteriormente también desapareció esta esquina, sólo queda el recuerdo cuando se mencionan en la historia de las esquinas caraqueñas.”

Esta aquí, una copia fiel de esta historia que el cronista aumenta con varios relatos históricos en los cueles el canario está presente, pero que obviamos el referirnos solamente a destacar el origen de este “pasapalo” venezolano presente en todos los acontecimientos gastronómicos que se precien en el país, ahora “exportado” también a las Islas Canarias.
*Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. OMT.


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