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sábado, 14 de octubre de 2017

LA CHARCA DEL BARRANCO GODÍNEZ – 1947

José PerazaHernández

Corrían tiempo duros en 1947 en Los Realejos, la mayoría de la gente trabajaba en la agricultura, donde convivía la platanera, la papa, el millo, entre otros. Los agricultores no tenían horario, y empezaban sus faenas al amanecer hasta prácticamente el atardecer; incluso para algunos, los medianeros, no había ni domingos ni festivos; ya que tenían que atender a los animales todos los días.

Para el agricultor, el agua es fundamental para sus cultivos. Por eso, muchas veces se hacen estanques, para no depender sólo de las estaciones de lluvia, y también para evitar las sequías.

El barranco Godínez, que divide al Realejos Alto y Bajo en dos, era un barranco que llevaba muchas agua en los tiempos de lluvia. Generalmente, esta agua se perdía en el mar. Por eso se decidió, construir una charca en el propio Barranco Godínez, bajo el antiguo Cementerio de Realejo Alto (hoy plaza La Unión).

En el Valle de La Orotava, se habían construido muchos estanques o estanquillos, pero una charca significaba una ingente cantidad de litros para el riego. De las Charcas más conocidas, se halla la de Familia Ascanio, construida en el Barranco de La Arena para el cultivo del plátano, concretamente en la zona del Quiquirá. Dicha obra comenzaba alrededor de 1912, y después de diferentes problemas, fue terminada en 1927. La altura de esta charca era de 30 metros de profundidad, y su capacidad de 700.000 pipas.  
  
Una obra no tan grande como la Charca de Ascanio se realizó en Los Realejos, La Charca en el Barranco Godínez de Los Realejos. Dicho proyecto fue realizado por la familia de don José Iglesias, junto al Barranco Godínez”, bajo La actual Plaza La Unión. Hemos entresacado la siguiente información del Archivo del Ayuntamiento de los Realejos, en la Actas del propio consistorio:

“ACTA. FOLIO: 162 Vto. ASUNTO: Charca de Godínez. En la Casa Consistorial de la Villa del Realejo Alto, Siendo la hora de las veintitrés, del día veinte y cuatro de septiembre de mil novecientos cuarenta y siete, se reunieron bajo la presidencia del Sr. Alcalde, donde Miguel Cedrés Borges, y los Sres. Gestores don Domingo García Hernández, don Isidro Hernández Siverio, don Joaquín García Acevedo Pérez, don José Méndez García, don Nicolás Hernández González, al objeto de celebrar reunión ordinaria en segunda cita. Abrió la sección diese lectura, al acto de la sección la que fue aprobada por una unanimidad. Posteriormente, se dio paso, a diversos puntos: Edicto sobre la Construcción de una charca: El Ayuntamiento quedó enterado del edicto del Sr. Ingeniero Jefe de obras Públicas, por el que se abre información, respecto al aprovechamiento de las aguas discontinuas del Barranco Godínez para un embalse que va a construir doña Manuela Ascanio de Iglesias, en el lugar denominado El Cuarto”. 

Para la edificación de la charca se construyeron muros desde sus cimientos, con distinta altura, según el distinto relieve del terreno. La Capacidad de la Charca era 1.000 pipas, bastante modesta si la comparamos con la Gigantesca Charca de los Ascanio. La obra sirvió para el riego de las distintas fincas de la zona.

Hagamos un pequeño comentario sobre cómo era el lugar alrededor de La Charca Godínez. Al comienzo de La Calle de Las Cañitas, y junto a la carretera, se encontraba una casa y una gran finca que pertenecía a don Salvador Iglesia Domínguez. Finca de plataneras, donde también se sembraba todo tipo de hortalizas, variedad de árboles frutales, con casa de medianeros. Abarcaba desde una de las curvas más cercanas al Realejo de Arriba, lugar donde se encontraba la Charca Godínez, y recogía agua para el riego de dicha finca. La misma terminaba lindando con la calle La Alhóndiga, y abordaba todo el barranco de Godínez.

La Charca de Godínez tenía forma de media calabaza o media guitarra. Y en la misma se hallaban unos escalones para bajar al fondo de la charca por si existía cualquier avería en las bocas de riego.

La Charca pertenecía a una de las fincas mayores del Realejo de Abajo, lindando desde la mencionada charca, en dirección a la casa de los dueños, continuando por el callejón de Las Tenerías, hasta llegara a la calle Alhóndiga, y a continuación, siguiendo por todo el borde del barranco de Godínez hasta llegar a la misma Charca.

En la calle Alhóndiga, se encontrada otra casa de Medianero, donde residían con su familia don Pedro Gonzáles, conocido por Pedro el del Barranco y su esposa doña Carmen la del Barranco. Él trabajaba en la finca, y fuera de horas atendía a sus animales. También se hallaba otro Medianero, de nombre Baldomero, el cual no vivía en la finca, pero tenía el beneficio a medias del ganado, y cultivaba huertas de papas o de verduras, mayormente. 

Alrededor de 1950, la carretera general subía de San Agustín, la Cascabela y entraba en una carretera que se adentraba en el Barranco Godínez o zona El Cuarto, y que pasaba muy cerca de la Charca de Godínez, dicha carretera tenía doble sentido. La Carretera comunicaba San Agustín con el Realejo Alto.

Alrededor de principios de 1980, en La Cruz Santa-Zamora, se utilizó el Cráter de la Montaña de La Gañanía o Granadillar para construir el Embalse de la Cruz Santa, en la Línea del Plan de Balsas del Norte de Tenerife (1980-1990) del Cabildo Insular de Tenerife. 

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