Lorenzo de Ara
Era imposible un quid pro quo. Hablo de Coalición
Canaria en el Puerto de la Cruz. Se llegó a la asamblea con amistades rotas, en
pie de guerra, con la capacidad las dos partes de hacerse mucho daño. En la
sala se apiñaban personas de bien, pero con una consigna muy clara: “Esto es la
guerra y hay que ganar”.
104 votos para Sandra Rodríguez, la persona con
más poder en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz (17 millones de euros me dan
la razón) y 91 para Juan Carlos Marrero, secretario general del partido
nacionalista en la ciudad y un concejal que ha obtenido un máster de los de
verdad en el área de Urbanismo en este mandato. Hombre de confianza de Carlos
Alonso. Así lo sigue manifestando el presidente del Cabildo.
El futuro de CC en el Puerto de la Cruz es
incierto. Peligroso, sin duda. Lo que en su día ocurrió en Los Realejos, puede
volver a repetirse en la ciudad turística. Un partido que conoció horas muy
afortunadas, puede verse abocado a tener que experimentar la caía a los
infiernos. Ser un partido residual en el Consistorio. ¿Una concejal llamada
Sandra Rodríguez como única voz de CC?
Precisamente, la ganadora y ya candidata oficial,
aseguró en entrevista en Gente Radio el viernes 27 de este mes, y a preguntas
de un servidor, varias cosas que de nuevo indican que ella, y solo ella, es la
que tiene la batuta del partido, y no está dispuesta a que nada ni nadie ponga
en tela de juicio su mando.
“"Quiero disponer con libertad de la sede del
partido. No voy a cerrar las puertas". Mensaje directo a Juan Carlos
Marrero.
"En mí no cabe el rencor, pero nadie tuvo
piedad hacia mí. Yo no quiero hacer daño a nadie, como no quiero que me hagan
daño a mí". Otro mensaje muy claro a los que, al parecer, siempre según la
opinión de la ganadora, han hecho una campaña que intentaba destruirla en lo
personal.
"Con mi victoria Coalición Canaria dio el
paso definitivo hacia la reunificación". Creo que ella sabe que no ha sido
así. Hoy CC está más divida que nunca. Y es una división que duele. Las heridas
están abiertas. A un año de las elecciones, Coalición Canaria tiene a Sandra
Rodríguez como líder, pero en el partido hay muchísima gente que no la quiere.
Ganó, legítimamente, pero CC está rota.
"Todos somos necesarios, pero yo confecciono
mi lista". Es un hecho. Pero a la hora de confeccionar la lista no lo va a
tener fácil la candidata. ¿Dónde están los mimbres necesarios para que CC
resulte atractiva ante el electorado? ¿Quiénes son los nombres que llevarán al
partido hacia la victoria final? ¿Victoria sería repetir los cuatro ediles actuales?
Tal como están las cosas, pensar en cuatro concejales es una quimera.
"Para ir en mi lista hay que tener
lealtad". Recordarle a Sandra Rodríguez que Jesús con la mirada supo que
Judas lo iba a traicionar.
La lealtad en política es como la lealtad en una
manada de lobos.
Pobre partido. Dando un ejemplo de democracia,
confirmó que vive las peores horas de su historia.
¿Quo vadis, CC?
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