Juan Antonio Gómez Jerez
“EL HOMBRE ENCUENTRA A DIOS DETRÁS DE CADA PUERTA QUE LA CIENCIA LOGRA ABRIR.”
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán
nacionalizado estadounidense.
“PARA QUE EL QUE CREE NO ES NECESARIA NINGUNA
EXPLICACIÓN: PARA EL QUE NO CREE TODA EXPLICACIÓN SOBRA.”
Franz Werfel (1890-1945) Novelista, poeta y
dramaturgo austriaco.
Desde el inicio de los tiempos el hombre, ha mirado
hacia a arriba, hacia a abajo, hacia la derecha e izquierda como en una brújula
del tiempo en la búsqueda de algo que hemos llamado Dios.
Hemos buscado, pero quizás hemos creado un Dios a
nuestra imagen y semejanza y ante la necesidad de achacar a algo “superior”
tanto nuestras satisfacciones como nuestras desesperanzas… y así seguimos en
esa búsqueda de algo que nos indique que Dios existe y no es una mera invención
humana.
Desde la prehistoria el hombre ha adorado unas
veces al Sol, a La Luna, a La Tierra… hemos adorado y atribuido deidad a todo
aquello que nos sobrecogía y se excedía a nuestro conocimiento; a nuestro
entendimiento y a nuestro control y desde entonces hemos interpretado lo que
observamos y probablemente hemos ido creando a DIOS.
“¿ES EL HOMBRE SÓLO UN FALLO DE DIOS, O DIOS SÓLO
UN FALLO DEL HOMBRE?”
Friedrich
Nietzsche (1844-1900) Filosofo alemán.
Todos necesitamos creer en algo que interpretamos
“superior” y tenemos la esperanza de que sea verdad la existencia de un DIOS
que nos acoja y nos ayude como un padre y nos asegure el bienestar.
¿Quién de nosotros no ha recurrido a Dios en algún
momento de nuestra vida para solicitar que nos ayude? Si Dios existe está
bastante ocupado, por lo menos es mi percepción.
Desde mi
punto de vista, creemos en Dios o queremos creer en Dios porque no sabemos dar
la explicación a nuestra propia existencia, a nuestra conciencia como personas
y quizás creemos en Dios como recurso ante el hipotético fracaso de que después
de la muerte no exista nada, esa posibilidad es factible. Y es ahí donde
perdemos el hilo que nos une o nos puede unir con Dios.
La ciencia lleva buscando a Dios de la misma forma
que el resto de los seres humanos por esa misma esperanza que albergamos todos
a no perdernos en el silencio y la oscuridad una vez nos hayamos ido. Y sólo la
Fe es capaz de darle forma y existencia a Dios.
PROBABLEMENTE DIOS EXISTA EN CADA UNA DE LAS
PARTÍCULAS DE CADA UNO DE NOSOTROS, A VECES BUSCAMOS FUERA LO QUE REALMENTE
ESTÁ, O PODRÍA ESTAR MÁS CERCA DE NOSOTROS DE LO QUE PENSAMOS. DIOS EXISTA O NO
ES NUESTRA ETERNA BÚSQUEDA.
Vamos a darle a Dios otro punto de
vista…
¿Qué pasaría si pensáramos que cada uno de
nosotros formamos parte de un todo infinito que podríamos llamar DIOS?
Es posible pues que formemos parte de un todo
infinito, de hecho la ciencia cada día descubre que el universo y su diversidad
son cada vez más infinitos. Podríamos entonces pensar que al formar parte de
ese todo llamado infinito que podríamos llamar
DIOS, nosotros también somos parte de él,
¿somos una partícula divina?
Una célula de mi cuerpo es ínfima y situada
remotamente en alguna parte de mi cuerpo, con alguna función determinada, pero por eso no deja de formar parte de mí,
de ser en cierta forma yo.
¿Qué tema más controvertido verdad?
“SERÍA MUY SIMPÁTICO QUE EXISTIERA DIOS, QUE
HUBIESE CREADO EL MUNDO Y FUESE UNA BENEVOLENTE PROVIDENCIA; QUE EXISTIERA UN
ORDEN MORAL EN EL UNIVERSO Y UNA VIDA FUTURA; PERO ES UN HECHO MUY SORPRENDENTE
EL QUE TODO ESTO SEA EXACTAMENTE LO QUE NOSOTROS NOS SENTIMOS OBLIGADOS A
DESEAR QUE EXISTA.”
Sigmund Freud (1856-1939) Médico austriaco.
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