Salvador García
Llanos
Hay una
interesantísima exposición abierta en el Castillo San Felipe hasta la última
semana del presente mes. Contiene los trabajos de los alumnos de bachillerato
de artes plásticas del IES 'María Pérez Trujillo', de La Vera, cuyos
responsables se decidieron a trasladar hasta el recinto (“a bajar al Puerto”,
dicho en lenguaje coloquial) la potencialidad creativa de quienes cursan sus
estudios para sentirse integrados, comprendidos y acompañados.
En el IES de La Vera quieren personas
libres, iguales, críticas y solidarias. Nada mejor, al cabo de veinte años de
funcionamiento, que mostrar el camino emprendido con los frutos del aprendizaje
de quienes escogieron la ruta artística. Téngase en cuenta que el instituto es
el único centro del norte de Tenerife con bachillerato de Artes, lo que
propicia que el alumnado de Ciencias Sociales pueda cursar materias optativas relacionadas
con las artes escénicas y las artes plásticas.
Con esa trayectoria de dos décadas, y
siempre con el espíritu de superación y emprendimiento como factor primordial,
ya hay perspectiva suficiente como para interpretar el papel del instituto de
La Vera en la vertebración y proyección social primero del barrio y luego del
municipio. Un hecho tan relevante o más que los títulos universitarios que ha
ido cosechando: el IES ha contribuido decisivamente a que La Vera haya dejado
de ser un territorio inhóspito y haya
enriquecido los valores de su convivencia, borrando progresivamente imágenes de
marginalidad y derivadas. Donde había prejuicios o connotaciones negativas,
ahora hay una realidad intelectual, cultural y profesional que incide
favorablemente en las propias relaciones sociales.
Por eso, hay que congratularse de que
la gente, el barrio, se identifique con el instituto, o lo haga suyo y comparta
su significado con orgullo. Ya es frecuente el uso de “estudié en el instituto
de La Vera”, manera fácil de identificar los orígenes y la etapa decisiva de la
formación académica individual y colectiva. Estupenda tarjeta de visita, de
verdad: así la lucen -lo hemos comprobado- alumnos que ya han accedido al
mercado laboral o profesional y los padres y madres que han comprobado que la
educación es determinante para la sociedad de nuestros días y para el futuro.
Para ellos, ir al centro o volver al centro es como estar en casa,
desenvolverse con seguridad y retomar los valores que les brindaron. No solo es
la propia vida académica: es el desenvolvimiento, la convivencia, la relación,
el constante aprendizaje humano.
La exposición, por lo demás, reúne
trabajos de cuatro asignaturas: Fundamentos del arte, con
representaciones de cerámica griega clásica; Cultura audiovisual, con
ilustraciones de carteles publicitarios utilizando técnicas mixtas (mezclas de
tanita, pintura, collage e impresión digital); Dibujo artístico, con
realizaciones al natural (objetos reales dibujados en el aula), con técnicas de
mancha y línea, utilizando carboncillos y lápices de grafito en gamas
acromáticas, esto es, balanco y negros y toda la gama de grises intermedios); y
Fotografía, como optativa de 2º de bachillerato, en la que se trabajan
los conceptos técnicos tradicionales con propuestas de búsqueda de imágenes
creativas, desarrolladas en formatos digitales, fusionando lo convencional con
nuevas tecnologías.
El resultado, una muy estimable y
variada colección de creatividad que estimula el quehacer del alumnado y
proyecta las enormes potencialidades de un centro educativo que está siendo,
por tantos motivos, motivo de auténtico orgullo.
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