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jueves, 4 de marzo de 2021

EL BATALLÓN PROVISIONAL DE CANARIAS EN LA GUERRA DE CUBA (1895-1898)

José Melchor Hernández Castilla

El Batallón Provisional de Canarias estaba formado mayoritariamente por canarios (existía en la península ibérica el regimiento Canarias nº 42, sin ninguna vinculación con las Islas Canarias).

El conflicto español-cubano, del 24 de febrero de 1895, conllevó que las tropas españolas hicieran escala en Santa Cruz de Tenerife o en Las Palmas para suministrarse de víveres, agua y carbón, y para también para completar el cupo de soldados. 

Según Real Orden publicada en el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra de 19 de Octubre de 1895, se organizó el Batallón Provisional de Cuba: con 4 batallones de Baleares y 2 batallones de Canarias. El contingente canario, dispuesto por sorteo, estaba formado por el Teniente Coronel, Policarpo Padrón Verdugo, con experiencia en la anterior guerra de Cuba (1869-1879); un Comandante; 3 Capitanes; 4 Primeros Tenientes; 5 Segundos Tenientes; 10 Sargentos; 19 Cabos; 8 Cornetas y 291 soldados.

El embarque de la tropa canaria se realizó en el San Ignacio Loyola de la Compañía Transatlántica, el 28 de noviembre de 1895 desde Tenerife. Y desembarcaron en lanchones en el muelle de Caballería de La Habana el 17 de diciembre de 1895.

Desde el 11 de junio al 23 de agosto de 1896, las tropas del Batallón Provisional de Cuba habían participado en 12 enfrentamientos bélicos: Industria, Inocencia, Conchita, Almendares, Montalvo, San Nicolás, Culebra, Río Hondo, Lomas de Juan Delgado, Punta Gabriel, San Antonio Alegre, Potrero Gómez. El cansancio, el vómito negro y la fiebre amarilla eran motivo de muchas hospitalizaciones de los canarios. 

Tras un nuevo sorteo, un nuevo grupo de canarios, más de 200, formaban parte de la 8ª compañía del Batallón Provisional de Cuba, partiendo desde el Puerto de Santa Cruz de Tenerife el 30 de agosto de 1896. En esta expedición, se mezclaban jóvenes canarios de 18 años, sin casi instrucción militar, con soldados de experiencia, en torno a 30 años.

El 28 de diciembre de 1896, la Subinspección de Infantería separaba el Batallón Provisional de Cuba en dos: Batallón Provisional de Canarias y Batallón Provisional de Baleares. El Batallón Provisional de Canarias era destinado hacia San José de Las Lajas, en el centro de la provincia de La Habana. Desde febrero de 1897, llevaron en la solapa las iniciales “P” y “C” (Batallón Provisional de Canarias) entrelazadas en metal dorado, para ser identificados. Desde el 3 de junio al 17 de septiembre de 1897, participaron en más de 14 acciones alrededor de La Habana.

Con la explosión del barco americano Maine, en la bahía de Cuba en febrero de 1898, Estados Unidos declaraba la guerra a España el 25 de abril de 1898. Por ello, El Batallón Provisional de Canarias se ocupó de la vigilancia de costas en Bacurana y de la línea férrea de Murias a Campo Florido.

Tras el desastre naval en Santiago de Cuba, en agosto de 1898, se rindió la Isla de Cuba a Estados Unidos y se pactaba la salida española antes de fin de año.

A finales de Septiembre de 1898, era disuelto el Batallón Provisional de Canarias y sus hombres repatriados en Octubre en el Vapor Correo Puerto Rico.  

Durante la guerra, 219.858 soldados procedente de toda España fueron trasladados por la Compañía Transatlántica a Cuba, de ellos 44.389 soldados fallecieron por la guerra o por enfermedades. Según el recuento realizado por el historiador Javier Márquez Quevedo (2010), un total de 1.419 soldados canarios se alistaron para las guerras coloniales, y fueron embarcados en 9 expediciones consecutivas a Cuba, Puerto Rico y Filipinas, entre agosto de 1895 y febrero de 1898. Los dos transportes más números sucedieron en noviembre de 1895, con 343 hombres; y en agosto de 1896, con 437 hombres. En total, 780 soldados canarios con destino a Cuba en esas dos expediciones.

Por otra parte, La Cruz Roja de Tenerife y la de La Palma, antes de 1898, auxiliaba a casi 700 soldados repatriados con ropas, medicinas, vinos, apósitos y otros enseres; y el obispo de Las Palmas, Cueto, habilitaba, durante, un tiempo, su palacio episcopal como hospital para heridos y enfermos de las campañas.  Algunos diarios de las Islas Canarias, publicaban los nombres de 104 soldados canarios muertos entre marzo de 1896 y 1898. Asimismo, El Batallón Provisional de Canarias expidió 242 certificados de defunción. El pago a las familias, por la muerte de un soldado se concretó en 182,5 pesetas anuales (siendo el salario diario de un peón de 1,75 pesetas).  

El 90% de las bajas de canarios eran causadas por las enfermedades tropicales: fiebre amarilla, paludismo, tuberculosis y disentería crónica. Así, las tropas repatriadas ingresaban en el lazareto para su posterior cuarentena, custodiadas por médicos titulares de los ayuntamientos. Así, no era extraño, que de los 252 veteranos de Cuba y Puerto Rico, que solicitaban una fe de soltería en la Diócesis de Las Palmas, sólo 6 se atrevían a declarar que habían estado enfermos.

En el Boletín Oficial de la Provincia, se nombraban a 280 soldados canarios de todas las islas para el cobro de sus alcances (salario que le debía el Estado Español), sin aclarar si fueron repatriados o fallecidos. En los archivos del ayuntamiento de Las Palmas, se constataba la existencia del pago a más de 200 soldados repatriados de Cuba y Filipinas, con fecha hasta 1909.

Bibliografía:

-          García Pérez, Lorenzo. “El Batallón Provisional de Canarias en la Guerra de Cuba (1895-1895)”. Tebeto: Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura, nº 17, 2004, páginas 127-154. Páginas 129-143. 

-          Márquez Quevedo, Javier. “Combatientes y repatriados Canarios de la Guerra de la Guerra de Cuba, 1895-1898”. Anuario de Estudios Atlánticos. Las Palmas de Gran Canaria. Nº56, páginas 169-198. Páginas 169, 175, 176, 185, 191, 192, 194.   

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