Escribe hoy Pedro G. Cuartango: “Napoleón intentó construir una imagen para la posteridad, pero se le pasó por alto un hecho que le dignifica más que sus triunfos: que cedió su caballo y su capote a un soldado herido. Son los pequeños gestos los que revelan la talla moral de un ser humano. Ninguna vida resiste un examen con una lupa. Ya decía Pascal que la grandeza del hombre está en reconocer su pequeñez.”
En la política local, en toda la política, y en el periodismo se da con más virulencia, la pequeñez está desterrada. Entiéndase por humildad.
Todo es gigantismo. El yo superlativo. El protagonismo que hace levitar al hacedor de bienes. Siempre bienes y nunca horrores.
Política y periodismo están hecho de lo mismo. En España sí. Y en Valle de La Orotava las dos atrocidades se retroalimentan.
¿Qué radio vive hoy si no adula al alcalde de turno?
El político napoleónico (también camaleónico) es el que triunfa.
De igual manera en el periodismo.
Y está por supuesto el empresario chisgarabís, analfabeto funcional, iletrado, hecho de mierda neuronal y en pie porque de todo hay en la viña del…
La ameba periodística es la corrupción más hedionda que pisa esta tierra.
Por cierto, que Enmanuel Macron, obligado a confinar por enésima vez la región parisina -12 millones de habitantes, el 31 % del PIB francés-, se ha resignado. Dice el presidente: “El virus es el dueño de los tiempos”. Y lo suelta el gabacho unos minutitos antes de decretar el confinamiento/cerrojazo.
Aquí en el Valle de La Orotava ya están los respectivos mandamases atendiendo a la clientela. Así se hará por la Isla. Terrazas express es la “solución”. Y blablablá. Jajajaja. Me río de los que lloran.
Poca vergüenza la de algunos que atienden al llanto de los que ponen la economía por encima de la salvaguarda de la vida.
Y el periodista deja hablar cuando entrevista. No acorrala. Hace que la estulticia del alcalde o la del concejal resuene en los tímpanos del oyente.
Mientras, leo en ABC lo que escribe Ignacio Camacho: “Los dirigentes españoles, en cambio, han decidido ignorar la realidad y seguir como si el virus no existiera, anclados en sus proyectos ideológicos, sus juegos de poder, sus obsesiones, sus ocurrencias. Las últimas, una ley de Eutanasia cuando la epidemia se lleva por delante a decenas de miles de ancianos que no han pedido a nadie que les alivie el tránsito, y una relajación general de las restricciones mientras media Europa advierte indicios de la cuarta ola. Aquí los tiempos los marca la propaganda, de espaldas a los hechos objetivos, a contraviento de la Historia. Y se legisla con desenfado sobre la muerte voluntaria en vez de proteger las vidas amenazadas por la letal rebeldía de la plaga. Ese desprecio al verdadero señor actual de las circunstancias constituye una insensata invitación a su venganza.”
¿Verdad que todo invita a no salir del resguardo que ofrece Donoso y Castellani?
La muerte es progre y la vida sinónimo de facherío. A este grado de inmundicia vital se ha llegado. También por aquí, en el Valle de La Orotava.
Y concluyo haciendo algo que me apetece. Expresar que no me alegra la defunción de Ciudadanos. Y quiero que de una puta vez la señora Arrimadas acepte de buen grado que si es liberal y su partido también, lo que no cabe, lo inaudito, lo antinatural es abrazarse al psoe de Sánchez y a la extrema izquierda representada por Podemos.
Si le quedan principios y coherencia, jabón, agua, deseos de seguir viva políticamente, no siga por ese camino.
Periodismo y política en el Valle de La Orotava están en los nueve círculos del infierno de Dante.
¿Qué puta radio privada, diario digital o
prensa en papel de cagar vive sin pasar la mano y la lengua por el egocentrismo
del alcalde que tienes en la boca buen lector?
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