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sábado, 25 de febrero de 2017

PROFESIONALIDAD TURÍSTICA: EL CASO CANARIAS EL IDIOMA INGLÉS

Antonio-Pedro Tejera Reyes

“La educación y la formación que se impartan a los profesionales, contribuirán a un recibimiento hospitalario a los turistas” (Del Código Ético Mundial para el Turismo, de la OMT)

A todos los gobiernos políticos de la América Hispánica.

COMIENZA LA AVENTURA
El año 1965, marcó una nueva línea futura en el desarrollo de la profesionalidad turística en las Islas Canarias, con la creación de los estudios de turismo de lo cual nos consideramos totalmente responsables.

La creación de las escuelas de turismo en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, fue el principio de una aventura que hoy no ha terminado, aunque el desconocimiento, el egoísmo y la envidia hayan intentado acabar con ella, casi de forma permanente durante todos estos pasados años. El sol no se puede tapar con un dedo, y la labor y la repercusión del tema alcanza una dimensión mundial tan importante, que hoy la podemos poner como un buen ejemplo sin ningún tipo de limitación. Ahí están sus resultados para avalar cuanto decimos.

Y es que estos estudios profesionales venían a desembarcar en las islas con el apoyo incondicional necesario de unos profesionales del turismo que eran los que habían colocado a las islas – ya en esos tiempos – como un destino turístico de primera categoría a niveles mundiales.
Inauguración de los estudios de turismo en Canarias. Escuela de Turismo de Tenerife, Año 1965. Escuela de Comercio de Tenerife. De izquierda a derecha, el director de ese propio centro; Leoncio Afonso Pérez, director de la Escuela de Turismo; Jesús Hernández Perera, Rector de la Universidad de La Laguna; Juan Pablos Abril, Gobernador Civil de la provincia; José Luis Herrero Tejedor, Delegado del Ministerio de Información y Turismo; Juan Amigó de Lara, Delegado del Ministerio de Obras Públicas; y, por último, el suscribiente, secretario y propietario del centro.

No había sido estéril el enorme esfuerzo que empresarios, profesionales y autoridades habían hecho en las islas para atraer y celebrar en ellas, un congreso internacional de la IATA, el XXV Congreso Mundial de los Skal Club, o el I Congreso Universal de la FUAAV.  Son unas claras referencias del nacimiento del turismo de masas que comenzó a arrollar la capacidad hotelera de las islas, provocando un verdadero “boom” en el cual participaron todos sus habitantes de una u otra forma positiva.

UNAS BASES BIEN DEFINIDAS
De aquel memorable curso de verano en Torremolinos, al cual asistimos llevados ya por nuestro interés en el desarrollo del turismo en las islas, y que organizaba el Ministerio de Información y Turismo de España, nació la  idea de crear las escuelas de turismo en ellas, impulsada por nuestros contactos con los profesores y alumnos de la Escuela de Turismo de Málaga - que llevaba un año de existencia – así como con las recordadas amistades que se derivaron de aquellas extraordinarias jornadas, entre ellas nuestro inolvidable querido amigo técnico del Ministerio de Información y Turismo, Fernando Segú Martín; el Conde Prémoli, presidente del ente dirigente del turismo en Italia; Ángel Alcaide Incháusti, director de Instituto de Estudios Turísticos de España, y toda una larga serie de personajes  con algunos de los cuales mantuvimos una estrecha relación para desarrollar los estudios de turismo en las islas.

Estábamos vinculados profesionalmente a las empresas de turismo de las islas y a todos sus líderes, desde al año 1959 cuando publicamos nuestra guía turística TENERIFE, MARAVILLA DE MUNDO, y posteriormente toda una larga serie de publicaciones turísticas que abarcaban todo lo que de turismo se iba desarrollando en Canarias, cuyo reflejo llevábamos a la prensa semanalmente durante diez años, en el periódico LA TARDE, de Santa Cruz de Tenerife, con una página que denominábamos: TURISMO.

Esta estrecha vinculación con las empresas del turismo, nos llevó a ser partícipes importantes en los congresos mencionados de los Skal Club, y de la FUAAV, en cuya organización y puesta en escena participamos activa-mente, reuniéndonos semanalmente, durante un año, en unos comités donde se estudiaban hasta los más mínimos detalles que se relacionaban con la buena organización de estos acontecimiento que hoy son señalados como el principio exitoso del fuerte impacto que Canarias tiene para el turismo internacional.
Portada de la guía turística, editada en Seix y Barral, Barcelona, España, primer trabajo con el cual inició su relación con la actividad turística, el autor de este reportaje. Era el año 1959. 

LOS ESTUDIOS DE TURISMO
Estas enormes experiencias, según las podemos calibrar hoy, nos llevarían a entender cuáles eran las necesidades reales para formar un técnico de empresas turística, así como los elementos necesarios para abrirle las puertas de sus conocimientos.

Nuestros principales asesores, el sabio profesor Leoncio Afonso Pérez, a quien colocamos como director de la Escuela de Turismo de Tenerife, así como toda una larga lista de profesionales, entre ellos de forma especial, los hermanos hoteleros Adolfo y Casimiro Mathias Gil, Enrique Talg, Gerardo Gleixner, José Barbero, Jesús Artal, Juan Fuentes, y todo un muy largo etcétera, con sus sabias experiencias nacidas en sus muchos años de trabajo, configuramos unos estudios que eran al asombro y la envidia de todas las escuelas de turismo de España, las cuales estaban regidas por unas normas y unos programas académicos en los cuales existían – por nombrar solo unas pocas de sus barbaridades – siete asignaturas de derecho, una de religión católica, otra de política española, etc. etc.

Conscientes de nuestro propósito, y con el apoyo de la empresa canaria, llevamos estos estudios a la profesionalidad, marcándoles y ofreciéndoles al alumnado unos largos periodos de prácticas empresariales donde – para asombro y desconocimiento de algunos -  se enseñaba a los alumnos hasta como se tenía que pelar una papa en la cocina. Íbamos de la práctica a la teoría, como muchas veces repitió Leoncio Afonso Pérez, en nuestros exitosos cursos americanos en Brasil, Colombia, Paraguay y Venezuela.

UNA EXIGENCIA FUNDAMENTAL
En ese ilusionante escenario del desarrollo de la profesionalidad en el turismo, existen dos elementos fundamentales, que, sin tener injerencia en las técnicas operativas, sí que son determinantes para conseguir llegar a la cúspide dentro de la profesión: el dominio de los idiomas extranjeros, y la sociología humana, hoy reforzada con la cultura de paz.

Esto lo entendimos desde el primer día. Ahí está la historia y quienes la vivieron, de los veranos que enviamos a los alumnos a Inglaterra a trabajar temporalmente en hoteles y camping con el propósito de que practicasen el idioma inglés, hoy fundamental en el mundo del turismo, operación que hacíamos a través del Instituto Español de Emigración, con cuyo director en Tenerife, mantuvimos una estrecha relación durante algunos años, y cuyos programas se quebraron – como siempre – por la envidia que despertaban.
La amabilidad, expresada con una sonrisa es el valor añadido que todo destino turístico, debe cultivar como un exponente de la mejor cortesía y agrado al atender el visitante. 

Los alumnos que iban a Inglaterra –  era en los veranos, unos tres meses -  venían hablando inglés. Según nuestro querido y recordado profesor Mr. Gaze, era un inglés de los puertos… pero allí estaba él para pasarlo por un filtro. Muchas anécdotas tendríamos que contar sobre este extraordinario programa.

El otro elemento indispensable en la actividad turística es la sociología y psicología. Sobre este tema son muchos los artículos nuestros que han dado la vuelta al mundo, algunos relacionados con los principios rotarios, como es natural. Con nuestro también querido amigo, de recuerdo imperecedero, José Antonio de la Torre Granado, estuvimos varios años estudiando y experimentando sobre el programa que nos imponía la administración para impartir en las escuelas de turismo de España. El tema lo derivamos gradualmente a las necesidades propias a la atención al cliente, a eso tan socorrido en la industria hotelera, como es la eterna y cordial sonrisa, el trato amable, la comprensión y el respeto.

EPÍLOGO
Olvidar que el hotel es el principal contacto del cliente con el país que visita, es un pecado que no tiene perdón posible. Hay administraciones públicas que no han entendido esto y tienen al hotelero siempre a la defensiva. En una serie periodística que publicamos hace unos años en Venezuela destacábamos esto con mucha claridad.    

Todos los países del mundo que quieran ser algo como destino turístico, tiene que tener muy claro que son imprescindibles en su población nativa, estos dos elementos que señalamos en nuestros párrafos anteriores.

Lo tienen muy fácil en cuanto al idioma. Solo tienen que comenzar a enseñar el inglés desde la educación primaria.

La amabilidad, la sonrisa, y el buen trato, también se pueden enseñar. Claro que hay unas condiciones innatas en algunos segmentos de la población mundial, pero, así y todo, la honestidad de principios y el trato amable, también tienen formas de poder enseñarse.

Servir es mi ocupación, dice Rotary Internacional… y sin cobrar nada.

(Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del turismo, de las Naciones Unidas. ONU).  

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