Sheina
Leoni Handel
Adaptando
la educación a los tiempos que corren.
Hace
cuestión de unas semanas me otorgaron una beca en una reconocida organización
para realizar un curso de Tutoría Virtual en Plataforma Moodle. Pese a que hace
unos años atrás hice un curso similar en la misma Institución; a la vez que
también tengo varios expertos realizados en FATLA, igualmente decidí aceptar el
ofrecimiento, con la idea de que siempre es bueno seguir aprendiendo o
reforzando lo que uno ya sabe. Lamentablemente, solo duré en el curso dos
semanas, y no hubo forma de convencerme para que continuara.
La
principal causa: el aburrimiento, el tedio que me invadió ante la arcaica forma
de enseñar a través de numerosas lecciones y teorías con que las que trataban
de persuadir a los alumnos de la importancia que tiene la Educación Virtual en
los tiempos actuales.
Paradójicamente,
lo único que lograron fue hacerme huir, y recordar porque hace tiempo elegí a
FATLA.
Soplan
nuevos vientos…
Todos
sabemos que vivimos en una época donde los cambios son vertiginosos, rápidos y
hasta impredecibles, en los cuales los principales aspectos de nuestra vida se
encuentran involucrados en forma permanente: la vida social y familiar, la
economía, la política, el arte y la cultura incluyendo en esta última a la
tecnología.
Y por
supuesto, la Educación. Es especialmente
en este campo donde los educadores debemos tener fundamental cuidado: si todo
está en constante transformación, las características de nuestros jóvenes
también se han modificado. Hoy estamos
tratando de enseñar a alumnos jóvenes muy diferentes a los ya conocidos, el
mundo globalizado y tecnificado ha influido notoriamente en su forma de ser y
actuar. Entonces, ¿cómo pretender que aprendan con metodologías que nada tienen
que ver con su idiosincrasia? ¿Cómo reclamar para que se interesen voluntariamente
en sistemas educativos basados en técnicas totalmente expositivas, en
materiales vencidos y desorganizados, en autores que ni siquiera se acuerdan el
nombre, y aún más, con una falta de participación y protagonismo que es
lamentable en el siglo XXI?
Más
allá de toda ideología política, irrelevante en el campo educativo, hago mías
las palabras que en algún momento escuché del ex presidente uruguayo, el Sr
José Mujica, conceptos que desde hace mucho tiempo trato de compartir con otros
colegas, pero que no han tenido demasiado eco aún en América Latina: “No hay
que cambiar permanentemente los contenidos educativos, sino la metodología con
la que se imparten, la forma de transmisión que tenemos los docentes”.
Y en
esa forma de transición, debe ocupar un papel muy importante la Educación
Virtual, todavía considerada la “Cenicienta “en diversos sistemas educativos,
que desconocen el potencial que ésta posee, siempre y cuando sea bien aplicada
y enseñada.
Practicar
y disfrutar: he ahí la clave de todo.
Efectivamente,
hablar de Educación Virtual es mencionar ineludiblemente un lenguaje de creatividad
y practicidad que, en mi extenso recorrido de cursos virtuales, solo pude
encontrar en la Metodología PACIE creada por el Ingeniero y Profesor Pedro
Camacho, fundador de FATLA. Este
procedimiento educativo, ha logrado, sin duda, hacer tambalear a muchos Centro
Educativos Virtuales, con sus básicos principios de creatividad, interacción y
socialización entre todos los participantes que ofrecen los cursos que se
dictan en la Institución que el profesor Camacho lidera. Pero también, por el
persistente acompañamiento de Tutores debidamente preparados para tal cometido.
Esa extraordinaria concepción basada en la permanente actividad práctica del
educado, no implica que tal método carezca de un contenido académico teórico.
Por el contrario, ha logrado un excelente equilibrio entre teoría y práctica,
lo que ha repercutido en un menor abandono de los estudiantes que incursionan en
la mencionada Organización.
PACIE
es sinónimo de aprender; aprender y disfrutara a cada segundo, con amor, con
respeto, con dignidad, mediante una serie de actividades que fomentan la
participación y la solidaridad, mediante la utilización de todos aquellos
recursos tecnológicos imprescindibles para mejorar el proceso educativo.
PACIE
nos permite adquirir el conocimiento en forma gradual y reflexiva, fomentando
la autonomía en forma creciente, logrando en cada momento un aprendizaje
significativo y útil para nuestra vida diaria ¿Y no es esto acaso lo que debe
buscar la Educación?
El
Profesor Pedro Camacho ha sido un visionario, logrando descubrir los principios
esenciales que debe tener la Educación de nuestro siglo y ha podido plasmarlos
en un conjunto de conceptos científicos, pero de fácil comprensión, para que
todos nosotros podamos adquirirlos. “Aprender haciendo”, Aprender creando” son
algunas de las características esenciales de este método educativo que fomenta,
además, el trabajo colaborativo entre todos los participantes
¿Qué
busca PACIE?,
Principalmente Incluir y fomentar la
utilización de las TICS en la Educación, a la vez que preparar a los docentes
como una de las figuras principales del proceso de aprendizaje, verdaderos
orientadores en el momento de la adquisición académica, pero con un amplio
conocimiento de recursos digitales adaptados al mundo en el cual nos
encontramos; y muy especialmente, vinculados a los nuevos educandos. Vivimos en
la época de la imagen, de la velocidad y las renovaciones ilimitadas. Los
alumnos nacen entre avances tecnológicos, que necesariamente, deben incluirse
en los ítems académicos, si pretendemos que los sistemas educativos mundiales
no sean conducidos directamente al fracaso, tal como sucede en la mayoría de
las sociedades en la actualidad.
Y si
la educación virtual es imprescindible, no menos importante es la Metodología
PACIE con todo lo que ella significa.
¿Por qué
elegir PACIE?
Sencillamente,
porque es la única metodología virtual, que nos garantiza:
•
-PRESENCIA- Su atractivo particular nos asegura que, una vez que los alumnos
ingresan y comienzan a participar en las atractivas aulas virtuales se sienten
tan motivados y felices por estar ahí, que muy pocas veces se deciden a
abandonar. Sus permanentes logros son el carburante necesario que necesitan
para avanzar.
•
ALCANCE- Nos enseña a marcar objetivos claros y precisos, qué señalen realmente
aquello que queremos conseguir de nuestros estudiantes, y comunicárselos para
que ellos se esmeren en su obtención. La incertidumbre e incongruencia agotan,
y sin duda, promueven el abandono.
•
CAPACITACIÓN: El Tutor debe estar debidamente preparado para emprender el reto,
calificado, seguro, pronto para poder auxiliar a los educandos cuando estos lo
requieran.
•
INTERACCIÓN: Los recursos y actividades deben ser utilizados para socializar y
compartir, generando diálogo y comunicación, ya sea en forma sincrónica o
asincrónica., con toda la comunidad educativa permanentemente.
•
ELEARNING: Usar toda la Tecnología a nuestro alcance, pero sin olvidar la
Pedagogía, que es la guía fundamental de todo el proceso educativo, la cual el
docente debe conocer muy bien.
Pero
esto no implica que nuestros estudiantes deban recordar teorías y autores que
nada significan en su vida diaria, está probado que el conocimiento memorístico
se olvida tan rápido como puede adquirirse. La clave está en aplicar esas
teorías en nuestro quehacer vivencial,
guardando definitivamente en nuestra mente el conocimiento necesario para
seguir aprendiendo. Y una vez más PACIE, nos garantiza a través de sus “juegos
didácticos “que los saberes obtenidos en los cursos quedarán asegurados
permanentemente en nosotros.
Conclusión:
PACIE
ha logrado adicionar a la comunicación y a la información procesos sociales,
fundamental que apoyan la criticidad y análisis de los datos permitiendo construir
el conocimiento una y otra vez, mediante un trabajo colaborativo.
Aprender
y reaprender durante toda nuestra vida, activamente, desplazando métodos
tradicionales, en los cuales los educandos solo reciben el contenido y lo
memorizan, repitiéndolo, si es que pueden, en el momento que se les pide y
olvidándolo después.
PACIE,
como dije al principio, es la metodología llamada a transformar la educación
virtual, a través de su revolucionaria postura educativa, despertando un
atractivo sin precedentes en los programas académicos; ya que aquello que no
nos interesa, es, sin duda, ignorado por nuestra mente y corazón.
Treinta
años como docente en la enseñanza media me lo enseñaron, y tanto la Metodología
PACIE, así como mi propia experiencia, lo han confirmado.
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