Esteban
Domínguez
Después
de las fiestas navideñas y del Año Nuevo, quiero desearle lo mejor de lo mejor
para todos, como no podía ser de otra manera.
Espero
que el Año Nuevo sea próspero, más dinámico, más alegre como no podía ser de
otra manera, con altas cotas de miras, con fructíferos deseos, y que la vida
nos alegre tan panas, tantas calamidades en un año que todos esperamos que sea,
el año de la recuperación económica para todos.
Pues
en pleno Siglo XXI, aún hay personas que padecen hambre, miseria y jóvenes que
no encuentran trabajo, de mucha gente que vive de lo poco que reciben de
nuestras autoridades. Compromiso que nunca, han cumplido. El fin todos sabemos
sobradamente, que la falta de empleo hace años que remuerde la consciencia de
quienes no tienen donde vivir, y como he dicho en otras ocasiones, viven de la
caridad del pobre, de cáritas, o de donaciones anónimas.
En fin, ayudemos con armonía a que la vida sea
justa para todos, por todo aquel que nace, tiene derecho a vivir.
Esperemos
que 2017, sea para todos los años de la conciliación, y que la unidad del
pueblo español sea igual para todos.
No
intentemos malos entendidos, y hagamos de estas Islas Canarias, un ligar ideal,
para que el turismo siga repitiendo un año si, y otro también, ya que es la
mejor “industria” que tenemos los canarios.
Espero
que las “felicitaciones” que en estos días hemos recibido, se prolonguen todos
los días del año, y no solo en Navidad.
Feliz
Año Nuevo, para todos, y que cesen las luchas, las guerras y la “envidias” y
que entre todos formemos este “nido de amor” que siempre será la mejor forma de
vivir.
El
ejemplo lo tenemos en María y José, el oyó a un Ángel de Cielo, que le enunció
que su esposa María traería al mundo un hijo que se llamaría Jesús o “Emmanuel”
-Dios con nosotros-, para morir en la cruz y dar su sangre para salvar al Mundo
de pecado.
Sigamos pues, los pasos de Jesús de Nazaret, y
vivimos una vida sana y justa para todos por igual.
Hasta
la próxima vez.
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